El empate ayer 1-1 de Colombia con Venezuela en el inicio del hexagonal final del Suramericano sub-20 que se cumple en Ecuador, es malo. Enfrentar al equipo que, sobre el papel, es el más débil de los seis clasificados, hacía pensar en una destacada actuación de la Selección; sin embargo, no fue así y solo un penalti, en los minutos finales, la salvó de la que hubiera sido una debacle.
La historia en estos torneos, señala que el elenco cafetero ha sido muy superior al patriota, porque antes del juego de ayer, en once confrontaciones, contabilizaba seis triunfos, por solo dos del rival.
El onceno dirigido por Carlos Restrepo, ha tenido un torneo de altibajos futbolísticos pero buenos resultados, excepto el de ayer pues en los plantes del técnico estaba la victoria.
El penalti -a falta previa del arquero- fue bien ejecutado por Juan Hernández, a los 85 minutos. Y eso permitió la igualdad pues desde los 35 se perdía, gracias a un tiro libre ejecutado por Yeferson Soteldo, con cierta complicidad del arquero Manuel Arias.
Como si fuera poco, desde los 70, Colombia quedó con un hombre menos, tras la expulsión de Carlos Cuesta.
“Faltó movilidad para crear más opciones, pero Colombia fue importante con el balón, que era lo que queríamos. Con una jugada infortunada Venezuela se fue arriba y no nos dio susto, incluso con un hombre menos, porque la sensación era que jugábamos bien y se llegaba al gol. Esperábamos el triunfo, pero no se pudo”, dijo Restrepo en la rueda de prensa.
Colombia acostumbró a la gente a sufrir. Y esta vez parece que no será la excepción con un equipo insípido, con pocas alternativas tácticas y que no brinda garantías.
Este jueves, el rival será Argentina, el elenco con más goles en la primera fase (9) y que contabiliza cinco títulos en el torneo. Ojalá el panorama le cambie a la Tricolor.
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