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La última vez que Stefan Medina habló con Gerardo “Tita” Ricaurte le expresó todo su cariño: “Te quiero mucho”, le dijo el defensor del Monterrey a través del teléfono, feliz porque acababa de ser convocado a la Selección Colombia de mayores.
Esa manifestación de gratitud con su entrenador personal se presentó en un momento especial, pues Medina no estaba en la preselección de 40 jugadores que inicialmente entregó Carlos Queiroz para la Copa América. Fue el último en ser llamado ante la lesión de Luis Orejuela.
El antioqueño, quien había jugado su último partido con el combinado patrio en la derrota 2-1 con Corea del Sur, el 10 de noviembre de 2017, sabía que era la gran oportunidad de mostrar los progresos y la madurez adquirida en la liga mexicana. Y frente a Perú, en Lima, este domingo, salió aplaudido.
Tita se lo había repetido: “vendrá otro chance y en dos buenos partidos que tengás con la Selección la gente se dará cuenta de tu crecimiento”. De entrada, el deportista convenció a Queiroz y a su equipo de trabajo que le había hecho un seguimiento en el Monterrey, donde se ganó el cariño de la fanaticada.
Tita, amigo de la familia, aún recuerda las veces que citó a Stefan en la cancha de Santa Lucía, La Floresta, en horarios adicionales a los de Nacional, para aportarle los conceptos sobre la posición de zaguero central y más tarde como lateral. “Le enseñé los dos manuales que aprendí de Hugo Gallego y estudiando, trabajamos los gestos y los movimientos del sistema. También estuve dos veces en México con él”, anota Tita.
En el equipo verde primero recibió la confianza de Santiago Escobar, con el que salió campéon siendo muy joven. Juan Carlos Osorio también valoró su talento, hasta que el muchacho se marchó al exterior. “Stefan puede jugar de central o lateral -añade Tita-, se desempeña bien en el juego aéreo, no revienta el balón”.
Sachi dice que en lo que más ha mejorado Medina es en marca. “Se le ve mucha confianza y seguridad, la técnica y la condición individual siempre la ha tenido” .