Toda espera es aburridora y máximo si se trata de la posibilidad de asegurar el futuro familiar y el prestigio pugilístico. Sin embargo, los ires y venires del negocio del boxeo obliga a afrontarla de una u otra forma. El antioqueño Eléider Álvarez lo hace con empeño y disciplina.
Y aunque no descansa de pensar en la pelea de título mundial, pactada en forma obligada por ser el retador número uno del mundo, frente al titular de los semipesados del Consejo Mundial de Boxeo -CMB-, Adonis Stevenson, Álvarez mantiene intacta su idea de llegar con una excelente preparación a todas las peleas previas que puedan surgir.
Una de ellas está a la vuelta de la esquina, el 24 de febrero, frente al rumano Lucian Bute (32 combates, 3 derrotas, un empate, 25 nocauts).
“Espero impacientemente la oportunidad de campeonato mundial. Mi desvelo es ser campeón”, señala Eléider desde Montreal, donde reside hace más de cinco años.
“Hago parte de una atractiva cartelera que se realizará en Quebec y me siento orgulloso. Pasé todo diciembre metido en el gimnasio intensificando la preparación porque Bute es un rival complicado”.
Ni siquiera tuvo la posibilidad de viajar a Turbo para pasar estas festividades con su familia. “Descansé una semana y Navidad y Año Nuevo los pasé aquí -Canadá- al lado de algunas amistades, sé de la responsabilidad que tengo y no puedo echarla por la borda. habrá otros días para celebrar”.
Ese duelo del 24 de febrero será en el Videotron Center Arena de Quebec. “La pelea con Stevenson la ofrecieron pero no se llegó a un arreglo de dinero. Por eso se aceptó el duelo con Bute. Luego se darán las cosas con Adonis”, manifestó el entrenador del antioqueño Marc Ramsay.
Y aunque se sabe de la peligrosidad del rumano, Álvarez confía en que su preparación llegue al tope y le permita salir adelante contra Bute.
“Sé que la pelea de campeonato mundial se ha demorado un poco, ya va para un año y medio de larga espera, pero por eso debo estar más concentrado”.
La confrontación de febrero plantea un duro compromiso para el colombiano, quien arriesga demasiado, pues una derrota no solo le mancha el récord boxístico, que está invicto, sino que podría dar al traste con esa esperada pelea de campeonato mundial pese a ser el retador obligado.
“No hay margen para nada más que un trabajo a conciencia y profesional, me he preparado para ese momento”.
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