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Hace 20 días Medellín se preparaba para afrontar una seguidilla de compromisos que serían determinantes para ver qué rumbo tomaba el club en el semestre.
América, los dos clásicos ante Nacional y la serie frente a Atlético Tucumán en Copa Libertadores, asomaban como pruebas de fuego para las aspiraciones del elenco que orienta Aldo Bobadilla.
El balance es dispar. En el torneo continental el cuadro rojo se metió, de forma agónica, a fase de grupos logrando tanto el objetivo deportivo como el económico que perseguía la institución, pues los 3 millones de dólares (más de 10.000 millones de pesos), servirán, conforme ha explicado de la directiva roja, en cabeza del gerente deportivo, Juan Bernardo Valencia, para sanear las finanzas que arrastran déficit desde 2016.
Sin embargo, el panorama en la Liga no es tan benévolo como el de Copa. En los últimos tres juegos por el campeonato local, el Poderoso apenas sumó un punto (en el reciente empate 1-1 ante Nacional), con lo cual cedió mucho terreno en la búsqueda de uno de los cuatro cupos a semifinales.
Sin respiro competitivo, tras debutar en fase de grupos ante Libertad ahora el Poderoso deberá preparar el partido contra Millonarios, en Bogotá, el próximo sábado. Tres días después el equipo paisa pisará La Bombonera para enfrentar a Boca, todo un suceso deportivo para el rojo antioqueño pero que le pone frente a una exigencia futbolística, física y mental del más alto calibre.
“Jugar en un estadio como La Bombonera es un regalo que te da el fútbol. Esperamos estar a la altura, creo que hay una nómina con juventud, pero también un cuerpo técnico muy capacitado para preparar este tipo de compromisos”, califica Andrés Ricaurte, quien en su etapa de formación profesional tuvo una pasantía en Argentina y que el próximo martes estará en uno de los más emblemáticos estadios del balompié suramericano como líder futbolístico de un equipo entusiasta.
Preparar los siguientes duelos parece imponer una dificultad importante para Bobadilla. La nómina, como es sabido, es corta y la logística es siempre complicada.
“Lo he dicho y lo reitero. Es una nómina de 29 futbolistas y todos están capacitados para responder a la competencia con base en nuestra propuesta de juego. Solo esperamos que no suframos lesiones y podamos planificar para disfrutar de ese reto tan lindo y hacerlo con posibilidades de hacer una buena presentación”, sostuvo esta semana Aldo Bobadilla en diálogo con los medios.
Dejar buena huella en La Bombonera, contra un equipo que pelea actualmente por el título de Liga ante River y que está armado desde hace varios años para conquistar la Libertadores, podría darle al club escarlata un enfoque más ambicioso para el resto del semestre.
El sonajero tricolor del capitán
En la última década los únicos jugadores del cuadro rojo que entraron en una convocatoria para la Tricolor fueron David González y Frank Fabra. Ahora, aunque Carlos Queiroz no ha dado señales de que pueda suceder, el desempeño de Andrés Ricaurte y la petición de leyendas como el Pibe Valderrama han puesto a sonar el nombre del antioqueño alrededor de la Selección. Ricaurte se refirió acerca de un posible llamado a Selección, pero se mostró cauto al respecto. “Siempre creo que las cosas caen por su propio peso. Si en algún momento hay posibilidad de llegar será por una gran actuación con el Medellín, así que el club es mi única realidad”.