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DIM busca celebrar 105 años con una victoria ante Bucaramanga
El Poderoso busca que el Atanasio Girardot sea un aliado en el primer paso, camino al título.
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Andrés Ricaurte, quien pagó fecha de sanción ante Envigado por acumulación de tarjetas, regresa al mediocampo del Poderoso para conducir la ofensiva ante Bucaramanga. FOTO juan a. sánchez
14 de noviembre de 2018
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El fuego interno, esa es la clave que según David González condujo al Medellín hasta los cuartos de final con un buen semblante para aspirar al título.
Y ese fuego interno que destaca el veterano arquero, y que se tradujo en compañerismo y confianza en los momentos más duros que vivió el equipo a mitad del semestre, es el que los tiene actualmente con nueve partidos invicto y la convicción de que tienen lo necesario para superar al Bucaramanga y avanzar a semifinales.
“La fortaleza mental después de esa seguidilla de triunfos juega un papel muy importante en estas finales. Además tenemos individualidades; contamos con el goleador del torneo y otros jugadores que están pasando por un gran momento”, estima el golero que más fases decisivas ha disputado con el cuadro rojo, 15 con la que comienza esta noche ante Bucaramanga.
Comenzar en casa
La última vez que Medellín arrancó una serie de eliminación directa fue en la Liga-2 2016 cuando cayó 1-2 ante Santa Fe en la ida por cuartos de final y luego 2-0 en El Campín.
Esta vez Andrés Ricaurte confía en contar, junto a sus compañeros, una historia diferente y sacar la ventaja suficiente para lograr la clasificación el sábado en estadio Alfonso López.
“En estas fases los partidos se vuelven muy cerrados. Bucaramanga va a venir con mayores precauciones y no sé qué tanto vayan a proponer con la posible ausencia de Sherman (Cárdenas)”, analiza el volante paisa.
Pero aunque esperan un rival con un planteamiento táctico complejo, Ricaurte confía en llevarse al juego de vuelta un marcador cómodo si logran replicar el funcionamiento que les entregó la victoria 2-0 ante los “leopardos” hace apenas dos semanas.
“La presión alta que hicimos en ese partido fue importante. La idea sería repetir esa presión para tener más oportunidades y quitarles la posesión del balón con el que se hacen fuertes”, destaca.
El de esta noche será el séptimo que afronte el Medellín por cuartos de final de Liga en el Atanasio Girardot. En los seis encuentros anteriores el Poderoso ganó cuatro, empató uno y perdió otro.
Si avanza hasta la final, seguramente cerrará en casa por la ventaja que lleva sobre sus posibles rivales en reclasificación, ítem para definir localía a partir de las semifinales. Sería una buena historia para enmarcar en esa búsqueda de la séptima estrella: comenzar y cerrar en el Atanasio Girardot que, por cierto, hoy además de goles celebrará un año más de vida de la institución roja: 105 años de fervor, tristezas y alegrías.
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