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Salir airoso ante Millonarios, en lo que pudo ser un empate poco acorde con el trámite del partido por Copa Águila que, finalmente, fue a favor del DIM (2-1) habla bien de la capacidad de reacción y de la apropiación de los conceptos del cuerpo técnico por parte del plantel.
Sin embargo, el equipo que dirige Alexis Mendoza tiene aún, al menos, tres ajustes y así poder responder a los retos de dificultad escalonada que encontrará en el torneo.
Para no ir muy lejos, mañana enfrenta a América, segundo en la tabla de la Liga con los mismos puntos del líder Cali (10) y que ha mostrado aspectos de juego interesantes, como la seguridad en zona defensiva, que ya le costó dolores de cabeza, por ejemplo, al Junior, el flamante bicampeón que, el fin de semana pasado, se estrelló una y otra vez, en su propia casa, ante el inteligente cerrojo propuesto por el técnico escarlata, luso Alexandre Guimaraes.
Unas de las tareas pendientes es, precisamente, ser capaz de solucionar, mediante diferentes estrategias el acertijo defensivo de los rivales, pues Mendoza reconoce que aunque salir jugando desde el fondo es un sello que quiere darle al equipo a veces se hace predecible y le facilita al oponente la recuperación del balón y el posterior riesgo sobre el arco de David González.
“En los segundos tiempos nos está faltando claridad y estamos regalando el balón... cada vez hay que ser más variables y trabajar más, estamos en ese proceso”, aceptó.
Hay dos aspectos más: uno, la falta de ritmo de jugadores como Déinner Quiñones y Didier Delgado, algo normal porque recién llegaron al equipo. El otro es que con los 5 partidos que tiene programado en agosto, la rotación será una obligación, y con esta, podría costar más la consolidación de una idea ante las variantes nominales obligadas .