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Ocho estadios que descrestan en Qatar
En solo infraestructura, Qatar invirtió 6 billones de dólares. Detalles.
En los últimos 20 años Qatar se convirtió en uno de los países más ricos del mundo. Según el Banco Mundial, el PIB per cápita de 2021 fue de 61.276 dólares por persona.
Los anfitriones de la Copa Mundo 2022 quisieron trasladar esa bonanza económica a la infraestructura que acogerá a los aficionados que lleguen al país ubicado en Oriente Medio, para disfrutar el torneo.
Desde 2010, cuando la Fifa dio a conocer que los qataríes acogerían el certamen, inició la planeación y construcción de los escenarios deportivos. Siete estadios se construyeron desde cero, mientras que el Khalifa Intenational Stadium, el más antiguo del país (1976) y en el que juega la Selección Nacional de Qatar, fue remodelado.
Según Hassan Al Thawadi, secretario general del Comité Supremo para la Entrega, “el presupuesto dedicado para la construcción de las canchas e instalaciones fue de alrededor de seis billones de dólares”.
La infraestructura es opulenta y emula la cultura qatarí. Algunos estadios tienen en su interior restaurantes y hoteles, mientras que la construcción de otros sirvió como excusa para intervenir el espacio público, crear fuentes de agua artificiales y plantar zonas verdes, para cambiar el paisaje predominantemente desértico.
Por ejemplo, levantar el estadio Lusai (donde se jugará la final) valió más de dos mil millones de dólares, inversión que lo convierte en la obra más costosa. Además, al tiempo que se construyó el escenario, se hizo la ciudad que lleva el mismo nombre, en la que se espera que habiten 200 mil personas.
Por otro lado y de manera paradójica, el campo más llamativo fue el que requirió menor inversión. El Ras Abu Aboud, construido con viejos contenedores de carga y que será desmontado por completo una vez finalice el evento, costó 200 millones de dólares.
Pero no todo fue color de rosas, ya que durante el tiempo de construcción, organizaciones como la Fundación Para la Democracia Internacional reportaron la muerte de 6.500 trabajadores, en su mayoría migrantes del sur de Asia.
Lo cierto es que los escenarios ya están listos para que el balón ruede desde el próximo 20 de noviembre, y el Mundial de 2022 pasará a la historia como uno de los más lujosos.
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