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“No me lo podía sacar de encima y además no suda, es tremendo. Pareciera que el esfuerzo del partido lo estuviera llevando uno solo”. Así describió el experimentado tenista argentino Guido Pella su enfrentamiento ante el joven colombiano Daniel Galán en la pasada serie de Copa Davis.
Esta es seguramente la descripción perfecta para explicar el estilo de Galán, actualmente la raqueta número uno de Colombia en el ranquin ATP (221) y la gran esperanza del tenis nacional para tener nuevamente un representante en el top-100 del mundo y superar, además, la serie de Copa Davis ante Suecia en febrero para instalarse entre las mejores selecciones del planeta.
Dentro de una semana, el bumangués de 22 años debutará en el preclasificatorio del Abierto de Australia, siendo el único colombiano en busca del cuadro principal individual del primer Grand Slam de la temporada. Es consciente de la presión que tiene y lo asume con las mismas ganas con las que pone en aprietos a sus rivales con su potencia y despliegue físico.
“La verdad sentí una conexión muy especial con la gente luego de la serie de Copa Davis ante Brasil, en Barranquilla. Es bonito que las personas reconozcan mi estilo y unas características de juego y, obviamente, que me brinden el apoyo torneo tras torneo. Juan Sebastián Cabal y Robert Farah han hecho que nuevamente el tenis sea de interés nacional y pues si nosotros podemos ayudar a ampliar ese interés, bienvenido sea”.
¿Cómo es ser vegetariano en un deporte que demanda tanta proteína para cumplir con la exigencia física?
“Creo que la clave ha sido que fui vegetariano toda mi vida, entonces mi cuerpo hizo una evolución muy natural con base en mi dieta. Mido 1,90 metros y tengo muy buena potencia en la pegada. Es verdad que no es algo común, los tenistas buscan mucha carne para cubrir las necesidades proteínicas, pero yo siento que compito en igualdad de condiciones”.
¿En qué consiste su dieta diaria?
“Desayuno con cereal, tostadas y fruta. Para el almuerzo, carne de soya y pasta. Y mientras entreno consumo mucho banano. Ah, y cuando estoy en competencia me hidrato con yogur”.
¿Cómo ve el panorama general del tenis en el país?
“Todavía, al igual que como yo lo viví, muchos jóvenes con un talento tremendo tienen que dejar pasar la oportunidad de ser tenistas profesionales porque el bolsillo de sus familias revienta y los apoyos alrededor suyo son escasos o nulos. En mis inicios solo viajaba a México a competir. El resto de los torneos los tuve que jugar en Colombia. Mi familia costeaba todo, por eso vemos que muchos tenistas se quedan en ese proceso rumbo a la actividad profesional”.
Se viene una serie de Davis histórica para Colombia ante Suecia...
“Y con muchas posibilidades para nosotros. Estamos fuertes, y además que sea en Bogotá creo que es un acierto. Los suecos no están acostumbrados a jugar en la altura y francamente yo me siento muy cómodo jugando en Bogotá, creo que tenemos muchas chances de avanzar a la fase final del torneo en noviembre, lo que sería una locura para nuestro tenis”.
El tenis es un deporte en el que los referentes son muy importantes para alimentar la técnica y plantearse objetivos concretos. ¿Cuáles son sus referentes?
“Mi papá Santos y mis hermano Sat, Rocío y Xando. Gracias a ellos, que también jugaron tenis, y a sus enseñanzas adquirí la disciplina necesaria para pensar los objetivos que tengo fijados en el circuito profesional”.
¿Cuáles son esos objetivos?
“Ya cumplí el de ser la raqueta uno de Colombia y de conformar el equipo colombiano en Copa Davis. Se me dio además con la oportunidad de dar ese triunfo histórico ante Brasil (primero de Colombia ante dicho rival, y que ocurrió en abril de 2018).
Ahora el próximo es escalar hasta el top-100 y seguir cosechando triunfos con Colombia en Copa Davis”.