La salida era bien compleja en donde todas las señoras llevaban sus bultos y desde allí veía un lago inmenso con unos patos. El ascenso era técnico, para personas como estas, con bultos tan grandes y pies vueltos nada caminando sobre palos, ramas, uno queda anonadado y corto en palabras.
Caminar por el sendero no era fácil, las señoras iban a un paso rápido, unas atrás y otras adelante, las que estaban cansadas se quedaban, las otras seguían en marcha. En lugares muy verticales tuvimos que ayudarles en el ascenso, el cual era escabroso y para el común de la gente podría tomar tres días, pero era necesario llegar en uno, con lluvia, ramas, palos y cascajo.
Los paisajes me dejaron loco, muy lindos. Seguimos caminando hasta que se acumulara más la gente en un lugar, había poca agua y para conseguirla me metí en hoquedades y tener más fuerzas pues la mayoría estábamos bajos de líquido...
Fue impactante ver como se movían las porteadoras, unas con otras se sostenían. Incluso descansaban por lapsos en los mismos precipicios, algo que no puedo explicar; parecían como hormiguitas que se movían, iban subiendo y yo pensaba que algunas de ellas se podrían caer, caso en el que no sabría qué hacer.
Las distancias eran largas; para llegar a este campamento era solo con la ayuda de guías, pero para ellos era como si fueran caballos, no se soltaban. Mientras miraba cómo pasar por entre las piedras, las mujeres seguían por encima como si nada. Sentí lo poco que he vivido en este mundo y lo fuerte que son ellas...
Llegar aquí en el último tramo fue más fácil. Fue una experiencia bestial. Lo que viví no lo había visto en mi vida. Estuve en otros lados y en muchas montañas, pero en este caso quedé anonadado.
Yo sentí el cansacio que no es el mismo que he sentido en otras partes, donde puedo llegar a decir “bueno me voy a tomar una aguapanelita aquí en esta finca o algo así, pero aquí no había nada y cuando miraba al fondo o hacia adelante, pensaba que eran dos personas, pero cuando estaba cerca eran dos patos... Realmente estaba en uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra.
*Bitácora del expedicionario criollo intregrante del equipo Epopeya 7 Cumbres-Claro.
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