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Fuerte y pesado. Así, y con muy contadas excepciones, son los llamados “toleteros” (bateadores de gran poder) en el béisbol. Apenas entendible, pues necesitan una gran consistencia física, que conjuga buena estatura y peso corporal para golpear la pelota cada vez que van al cajón de bateo.
Jorge Mario Alfaro, apodado el “Oso”, es una muestra de ello. Con 103 kilos de peso y una estatura de 1.90 metros, guarda unas proporciones singulares que le permiten tener mayores posibilidades de disparar con fuerza cada pelota que conecta.
No en vano, el oriundo de Sincelejo y de 26 años de edad, se ha convertido en un jugador que atrae y que es aplaudido por los hinchas de los Marlins cada vez que juega, en especial a la ofensiva, pues su posición de receptor (a la defensiva) no le permite el lucimiento que exige la primera.
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Distante del boom mediático que protagoniza su coterráneo de los Yanquis de Nueva York, Giovanny Urshela (1.83 m. y 102 kilos), por su brillante temporada, el pelotero de los Marlins continúa su labor dejando huella en el equipo de Miami como aconteció en el pasado con Édgar Rentería, convertido en ídolo de la fanaticada latina y estadounidense anclada en Florida.
Barry Bonds, el máximo jonronero de la historia, como que acumuló la sensacional cifra de 762 cuadrangulares (73 de ellos en una sola temporada -en 2001-) y pese a que luego fue involucrado en una investigación por uso de esteroides, es el máximo ejemplo de poderío al bate.
Con 104 kilos de peso y 1.89 metros de estatura (bastante similar a los datos ya señalados de Alfaro), tenía tanta facilidad de pegarle a cada lanzamiento que con gran regularidad superaba las bardas de los estadios en los que actuó durante 19 años (1982-2007) haciéndose famoso con los Gigantes de San Francisco, con los que jugó desde 1993 hasta su retiro.
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Como él, otros beisbolistas fortachones se han caracterizado por pegar jonrones sin piedad. La Major League Baseball (MLB, Liga Mayor del Béisbol, por su denominación en español) recoge algunos de ellos: Álex Rodríguez (696 jonrones de por vida), quien se retiró en 2016, pesaba 103 kilos y medía 1.90 metros; o Albert Pujols (activo con los Angelinos de Los Ángeles), que acumula 633 vuelacercas en toda su carrera, cuenta con 1.95 metros de estatura y 107 kilos.
“A este tipo de jugadores se les facilita chocar con más potencia la bola. Puede que no sean rápidos, por obvias razones, pero tienen la capacidad para pegarle con fuerza a cada lanzamiento”, cuenta Raúl Porto Cabrales, un especialista en el tema beisbolístico y quien reitera que, guardando las distancias, Alfaro tiene las condiciones para superar los 15 cuadrangulares en la temporada.
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Por lo pronto, su progresión es alentadora: en 2016, año de su debut no pegó ninguno (apenas jugó 6 partidos con los Filis), al año siguiente hizo 5 (29 choques), en 2018 sumó 10 en 108 actuaciones y este 2019 ya registra 14 (103 juegos), a 4 de Urshela, quien es el máximo “jonronero” colombiano, con 18, este año. En el total de los nacionales activos, el “Oso” va adelante con 29 batazos de circuito completo contra 26 de Urshela.