Super Bowl: un pase a la gloria

Brady, con Buccaneers, y Mahomes con Chiefs, dirimen la edición 55 de la final de la NFL.

FOTO EFE

Un equipo marginado de la gloria y otro que en las últimas dos temporadas ha dejado de estar relegado, definen el domingo el título de campeón de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) en el Super Bowl, el evento deportivo más mediático en Estados Unidos.

Los Tampa Bay Buccaneers, que no llegaban a esta cita desde 2003 cuando fueron campeones por única vez; y los Kansas City Chiefs, que en 2020 levantaron el trofeo Vince Lombardi por segunda vez desde su fundación cortando una sequía de más de 50 años sin triunfos, son los equipos protagonistas del Súper Domingo que coronará al campeón del deporte ovoide.

Pero más allá de una historia que no ha sido benévola con ninguna de las dos franquicias, el foco de este duelo está sobre los mariscales de campo de ambos equipos.

Se trata del experimentado Tom Brady, ganador de seis anillos de campeón –todos con Patriots– y el joven Patrick Mahomes, quien guió a los Chiefs al título del año anterior. Ellos representan un choque de generaciones, pues el primero a sus 43 años se erige como una leyenda mientras que el segundo, con apenas 25 años, es el llamado a ser la estrella futura de la NFL.

En la Opening Night (rueda de prensa) del juego, los dos líderes se declararon admiración mutua, Brady, que jugará su décimo Super Bowl destacó de Mahomes “su forma de jugar, de liderar, es increíble. Siempre hace lo mejor para su equipo. Puede correr y lanzar y hacerlo todo bien”.

Mahomes, por su parte, subrayó de Brady “la capacidad que tiene para leer defensivas, cómo se prepara para estar listo para hacer lo mejor ante ellas”, agregó, además, que “cuando eres joven y ves a alguien como Tom, quieres ser como él. (...) Es un ejemplo de cómo hacer lo que tienes que hacer para ganar”.

Las estadísticas de dos de los brazos más implacables de la NFL (Brady completó 401 pases para 4,633 yardas y 40 touchdowns en temporada regular y Mahomes 390, 4,740 yardas y 38 touchdowns) sin duda harán imposible despegar los ojos de cada jugada de ataque.

Primer equipo local

Al aliciente de llegar por segunda vez a la definición del título, los Buccaneers le suman que el juego se disputará en su propio estadio: el Raymond James de Tampa, algo que nunca había ocurrido en las 54 ediciones anteriores del Super Bowl.

Y aunque habrá presencia de público, las restricciones debido a la pandemia impedirán que haya grandes multitudes apoyando tanto a la franquicia local como a la visitante. El escenario con un aforo para 65.890 personas, solo podrá contar con 25 mil espectadores, 7.500 de ellos serán miembros del personal médico que fueron invitados por la organización.

Las apuestas, por su parte, aunque se prevé que disminuirán un 37 %, respecto a 2020 por la covid-19, se inclinan por el bicampeonato de los Chiefs.

Según una encuesta de la Asociación Americana de Juegos (AGA), el 56 % de los apostadores irían a favor de los Chiefs mientras que el 44 % se inclinaría por los anfitriones