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En su segundo Mundial de mayores, aún teniendo la edad de un juvenil, Jonathan Rivas Mosquera asume el desafío de demostrar porqué es considerado la gran joya de las pesas de Colombia.
Cuando empezó en este deporte, “encantado” por el sonido que dejaban las pesas al caer a la plataforma, pesaba 33 kilogramos. Tenía 9 años de edad y, con su hermano, de nombre Emerson, dos años mayor que él, se dejó tentar y terminó apasionado por este deporte.
Nacido en Cartago, Valle, a donde su madre debió ir para que le atendieran el parto, pues en el municipio de El Águila, donde vivían, no había hospital, Jonathan se inició y se forjó como un verdadero “hombre de hierro”.
Cuenta este deportista que cuando empezó a levantar pesas tenía 9 años y pesaba 33 kilogramos. Hoy, cuando suba a la tarima de Pattaya, Tailandia, 6:00 a.m., donde se cumple el Mundial, pesará 96 kilos, ni un gramo más, pues ese el límite de la división en la que compite.
El año pasado fue 10° en su primer campeonato de mayores con 176 kilos alzados en arranque, 201 en envión y 377 en el total. Para demostrar condiciones, debe, por lo menos, subir 20 kilos más, con lo que aspirará a subir al podio.
“Me he preparado a conciencia, fuerte, con la mirada en pelear una de las medallas”, manifestó desde Pattaya, donde hoy acude a esa cita. Dos competidores, entre diez más, se cruzarán en el camino de las preseas: el qatarí Fares Elbakh, quien, además, posee los récords mundiales de envión (225 kilos) y total (397) de la categoría juvenil en los 91. Su mejor registro es 180-211-391 (Juegos Panamericanos).
Y justo cuando se le pregunta a Rivas por su marca personal para el torneo apunta que es 397, cifra con la que, sobre el papel y manteniendo intacta su capacidad, entraría en la discusión de medallas, igualmente al lado del chino Tao Tian, quien augura, según la página del torneo, superará la inexpugnable franja de los 400 kilos.
“Puedo ser el mejor de Colombia, trabajo para ello; sin embargo, eso solo se podrá mostrar en la competencia y con marcas”, manifestó un optimista Rivas, cuyo día de consagración es este, recordando ahora a su hermano fallecido por quien, dice, está en pesas.