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Gonzalo “Pity” Martínez contra el “Pitbull” Wilmar Barrios, el choque de los pura sangre. Leonardo Ponzio y Pablo Pérez o la batalla de los porteros, son los duelos esperados de la superfinal de la Copa Libertadores 2018 entrebRiver y Boca, el sábado en el Monumental.
A un día del partido más importante en la historia de los clubes que dividen a Argentina, millonarios y xeneizes llegan al crucial juego con las fuerzas parejas luego del 2-2 en la Bombonera.
Y detrás de este ajedrez y de horas de estudio del rival están dos de los técnicos revelación del país: Marcelo “el Muñeco” Gallardo, un amante del fútbol ofensivo, y Guillermo Barros Schelotto, un rebelde por naturaleza que interpreta fielmente el sentimiento boquense.
Con 25 años, el Pity Martínez, por el que River pagó 4,5 millones de dólares a Huracán en enero de 2015, es el cerebro del elenco de Gallardo. No sólo es el más desequilibrante en el esquema, también es una de las cuotas de gol del equipo.
En pocas palabras: asiste y define. Una característica valiosa que lo llevó a ser tenido en cuenta por el seleccionador interino de Argentina, Lionel Scaloni, recientemente.
De la zurda del mendocino nace el fútbol ofensivo de River. ¿Cómo neutralizar al cerebro millonario? Boca tiene un pitbull para este tipo de faenas. El colombiano Wilmar Barrios, de 25 años, es quien apaga todos los incendios en la casa xeneize. Se devora la cancha corriendo y quitando.
Barrios se ganó el corazón de la hinchada auriazul corriendo por los demás, porque es el que raspa sin temor en el medio, el que fastidia al rival, el que contagia al grupo con cada quite deslizante. Por eso es inamovible para Guillermo.
Los jefes son los patrones del vestuario, y por algo portan el brazalete de capitán “millonario” y “xeneize”.
Leo Ponzio, con 36 años, y Pablo Pérez, de 33, saben que su camino en el fútbol está por terminar. Por eso el primero desea un nuevo título de Copa como punto final, mientras que al segundo le hace agua la boca levantar la primera. Ponzio se perdió la primera batalla en La Bombonera por una lesión.
Pérez estuvo en la Bombonera pero jugó afectado por una dolencia en el tobillo derecho que lo tuvo en duda hasta el último minuto, aunque el capitán saltó al campo y en el tramo final del encuentro acusó no estar al 100% .