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Los nuevos hábitos también transforman la moda

El auge en ropa de protección y la nueva relación con los espacios cobrarán mayor importancia en el vestuario. Estas son algunas de las tendencias.

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03 de agosto de 2020
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La pandemia sacudió las actividades cotidianas. Para muchos, el hogar reemplazó su espacio de trabajo, con lo que también cambió la forma de vestir acorde a la nueva normalidad.

De esto se dieron cuenta las grandes firmas de moda. Al inicio de la crisis por coronavirus, conglomerados de lujo como LVMH y marcas masivas como Inditex, volcaron sus esfuerzos a la producción de elementos de protección para el personal médico, debido la escasez de estos implementos. Continuaron operando y, por ende, generando recursos.

Por ello, la moda cambiará con la crisis por el coronavirus, como lo plantea la diseñadora colombiana María Elena Villamil, quien había implementado estos elementos a sus colecciones. Para ella se diseñarán “piezas básicas, atemporales, confortables, funcionales, de calidad, durabilidad, fácil manipulación y lavado”.

Adaptación

En Colombia grandes, medianas y pequeñas empresas han hecho lo mismo. “Vimos que había la necesidad de contribuir y usar nuestros recursos, capacidades y telas”, cuenta Carolina Fernández, Branding Leader de Maaji, compañía antioqueña que exporta a más de 30 países ropa deportiva y de baño femenina.

Tras producir equipos de protección para el sector de la salud, decidió hacerlo para el público con prendas de uso cotidiano. “Teníamos las telas con antifluido que usamos en nuestras líneas. La experiencia que llevábamos acumulando en el desarrollo de estos productos nos sirvió para reaccionar y hacer las nuevas más rápido”, afirma.

Diseñadores independientes también han encontrado salidas económicas. Este es el caso de dos pequeñas marcas: Velazca y Maluné. Por medio de las ilustraciones estampadas Mónica Bachué, diseñadora de Velazca, ha logrado transmitir su mensaje de transformación social a los nuevos consumidores que se acercaron buscando este accesorio.

“Lo importante era mantener rotando el dinero. Todo lo que entraba lo devolvíamos en pagar los sueldos. Me di cuenta que podía hacer más con menos”, afirma Mónica, que ahora se encuentra en el proceso de crear una colección en la que la ropa cuenta con un espacio para guardar los tapabocas.

Claudia Tovar, de Maluné, firma que trabaja con fibras naturales, recicladas y textiles de botellas, decidió elaborar mascarillas porque los que había utilizado le generaban alergia. “No quería cualquier diseño porque era necesario que mantuvieran el ADN de la marca, que realmente fueran seguros y sostenibles al usar retales textiles, que es lo que nos caracteriza”.

Innovar, ser sostenibles, colaborativos y flexibles, están entre las acciones que responden a las necesidades de esta coyuntura.

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