La idea de la televisión como hermana pobre del cine es, definitivamente, historia, a juzgar por la fuga de estrellas de uno a otro medio a la que últimamente se han sumado Robert de Niro, Meryl Streep, Julia Roberts o Nicole Kidman.
Mientras Hollywood se prodiga en secuelas de secuelas, los actores vuelan a las nuevas plataformas televisivas en busca de historias originales, a la vez que éstas invierten cada vez más en contenidos. El año pasado Netflix se llevó la palma, con un presupuesto de casi 6.000 millones de dólares para producción propia y adquisiciones.
Uno de los pioneros en esta migración fue Kevin Spacey que hace ya cuatro años relanzó su carrera con la serie de intriga política House of cards, y algo parecido le ocurrió un año después a Matthew McConaughey, que se reinventó gracias a True Detective.
Hasta Woody Allen se ha estrenado en Amazon con la miniserie Crisis in six scenes.
A partir del 2017 se pondrán en marcha nuevas producciones como la que reunirá al trío de ganadores del Oscar Robert de Niro, Julianne Moore y el director David O.Russell en un drama para Amazon sobre la mafia, aún sin título.
De Niro y Michelle Pfeiffer estrenarán, por otro lado, en 2017 y en HBO la película The wizard of lies, dirigida por Barry Levinson y centrada en la vida de Bernard Madoff, protagonista de uno de los mayores fraudes de la historia de Wall Street.
Julia Roberts dará el salto con la miniserie Today will be different, basada en el libro homónimo de María Semple y que cuenta la caótica vida de Eleanor Flood.
Otra grande, Meryl Streep, se ha aliado con J.J.Abrams en The Nix, una serie que prepara Warner Bros TV basada en una novela de Nathan Hill
Mucho más avanzada está la serie sobre un grupo de madres que protagonizarán Nicole Kidman y Reese Witherspoon para HBO, Big Little Lies. Se estrenará en febrero y contará también con Shailene Woodley, Zoë Kravitz, Laura Dern y Alexander Skarsgard.
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