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Jorge Celedón brilla por el color de su voz, mientras que Isabel Pantoja falla en la afinación, a la vez que Natalia Jiménez nada que encuentra los melismas de su voz.
Eso, por lo menos, es lo que le reclaman a los concursantes los jurados de Yo me llamo, el popular formato de televisión, por estos el días el programa más visto en Colombia (16.02 puntos de rating, cada punto equivale a 280.000 personas).
Los evaluadores (César Escola, Jessi Uribe y Amparo Grisales), además del parecido físico de los participantes con los artistas que imitan, también hablan de afinación y poder escénico como condiciones para ganar.
Alba Lucía Betancur, profesora de canto y técnica vocal de la Corporación Cultural Te Creo, anota que a diferencia de una academia o escuela, en los realitys de música lo que menos prima es la voz, la afinación, ya que estos formatos se orientan es a encontrar personajes mediáticos, que tengan impacto comercial.
“Se busca, en especial, que tengan manejo escénico y de público, más allá de los problemas que puedan tener en afinación, que generalmente son solucionados técnicamente con buenos micrófonos”, anota la docente.
Claro está que hay grandes excepciones, como Kelly Clarkson, David Bisbal, Susan Boyle o la agrupación One Direction, que saltaron a la fama a través de estos concursos. En Colombia están los casos de Farina, Greeicy Rendón, Camilo Echeverry y el mismo Jessie Uribe, quien hizo parte de A Otro Nivel y Latinamerican Idol.
En su día a día con los estudiantes, la maestra Betancur recalca que la clave de todo está en la afinación, que ella misma define como la habilidad de la voz por reproducir lo que escucha el oído. “Un cantante desafinado es como un bailarín descoordinado”.
Para la profesora es muy importante, antes de comenzar a trabajar en una voz, tener claro qué género musical quiere interpretar cada persona, y así orientar las clases. Para ser un buen cantante, señala, es indispensable saber leer partituras, una condición bien escasa en los realitys.
El compositor y acorneonista Israel Romero, fundador del Binomio de Oro, es un gran detractor de este tipo de espacios televisivos.
En su opinión no son más que un show, donde la calidad es escasa y no se respetan los procesos que debe llevar cualquier músico.
César Escola, jurado de Yo me llamo, comenta que este año, en particular, les ha tocado estudiar mucho, cada detalle, para poder calificar con justicia, debido a la amplia presencia de cantantes de diferentes épocas. “Como artista tengo la suerte de escuchar mucha música, pero en el tema de las imitaciones me toca oír técnicamente al original para ver si el participante sí es el doble perfecto”, comenta el arreglista, pianista y compositor argentino radicado hace varias décadas en Colombia.
Para el jurado no hay música mala, lo que hay es “letras y géneros que llegan al corazón y otros que no” .
Sobre la presencia de Jessi Uribe en el equipo evaluador del concurso, Escola lo define como “un gran músico y compositor, siempre mostró talento, aporta alegría, y los más importante es que con su voz muestra el ejemplo a los participantes”.
Amparo Grisales, por su parte, cuenta que antes de ser actriz ella estudió música en el conservatorio de Manizales, de ahí que pueda hablar con propiedad de técnica vocal.
Así que si quiere alcanzar la fama en un reality, trabajé primero en su voz, en los melismas, tesituras y color.