En una fiesta se convirtió la entrega de los útiles que varias empresas y ciudadanos donaron para que más de un centenar de niños de Doradal, corregimiento de Puerto Triunfo, puedan adelantar el año escolar sin dificultades.
La colaboración fue generosa, al punto que los pequeños recibieron más de lo que esperaban y en sus morrales tuvieron que abrir espacio para elementos adicionales.
La ayuda fue la respuesta a un pedido formulado a instancias de EL COLOMBIANO para que empresas o personas se solidarizaran con niños que no tenían más que un cuaderno para iniciar las clases.
"Se repartieron 650 cuadernos para niños pobres e hijos de familias desplazadas", contó Luis Carlos Díaz Marín, inspector de Policía de Doradal, quien coordinó la actividad con el comando de la institución.
Tras el llamado, la colaboración llegó de distintos sectores y, además de cuadernos, aparecieron lápices, lapiceros, reglas y borradores.
Al acto de entrega se citaron 130 niños, quienes hacían parte de un censo de los más necesitados, cuyo encuentro formó un espontáneo acto festivo en la parte externa del Comando de Policía.
"Eso fue una mañana de algarabía, gritaban alegres y se fueron felices con los paquetes", dijo el inspector.
Entre otros, reconoció los aportes de la empresa Calco, de los ciudadanos Gildardo y Carlos Tibaduiza, padre e hijo, al igual que de turistas y de otras personas que residen en el corregimiento. Ellos, según Díaz, sintieron confianza para aportar y por eso se recolectó más de lo esperado.
Los beneficiados son estudiantes de establecimientos oficiales como la concentración educativa Doradal, y de veredas cercanas a la zona urbana, pero matriculados en el pueblo.
La satisfacción también fue de los papás porque de apenas uno o dos, sus hijos pasaron a tener seis y ocho cuadernos, con los que podrán estudiar cada materia de manera individual.
En la campaña, valoró el inspector Díaz Marín, también fue decisiva la tarea del patrullero de la Policía comunitaria, Andrés Felipe Cárdenas, de la patrullera Dina Luz Fontalvo, del subteniente Harold Bastidas, y del comandante, César Augusto Ramírez Vásquez.
La de los niños no fue una acción aislada porque este equipo realiza otras labores comunitarias con personas o familias pobres de la localidad. "No sólo es el orden público, también estamos pendientes de los más necesitados que precisan el apoyo de las autoridades", anotó el Inspector.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6