Justo al borde del gran precipicio, una cruz de madera se erige en medio del verde paisaje como una clara señal de muerte, aquella que parece describir el estado de la antigua vía a Santa Fe de Antioquia.
Los profundos huecos y grietas, por los que ya se asoma el pasto, son tan solo una muestra del abandono en el que está la carretera, que por más de 100 años fue un importante corredor de tránsito entre Medellín y el Occidente antioqueño.
Ahora, no más de dos o tres carros y un par de ciclistas se aventuran a circular por una ruta casi fantasmal, donde solo se escucha el sonido de la naturaleza.
La preocupación de los habitantes de la zona crece con los días pues, según dicen, el invierno ha vuelto más crítico el estado de la vía.
"Por acá no hay por donde andar. Desde que se dañó la vía, me toca coger el producido y caminar más de una hora para venderlo porque en carro ya no se puede", dice Jairo Correa. En 36 años de vivir en el sector nunca había visto la carretera en tal estado de desolación.
La situación de los pocos negocios que aún permanecen abiertos es crítica.
"Toda mi familia vivía de esto, pero por como están las cosas unos tuvieron que mirar qué más se ponían a hacer para sobrevivir", comenta Patricia Muñoz, propietaria de un puesto de comida en el Alto de Boquerón. Y es que en un día, si le va bien, se gana apenas 20.000 pesos.
La angustia que comenzó en 2006, cuando fue inaugurado el Túnel Fernando Gómez Martínez, ahora es mayor, señala Patricia, pues ya ni los ciclistas quieren pasar por la calzada.
"Cada vez es peor tomar esta ruta porque las fallas se proyectan más y da susto dañar la bicicleta", manifestó Ferney Londoño, uno de los pocos deportistas que todavía se le mide a transitar por la trocha.
Pico y pala
La sola posibilidad de que la vía quedé totalmente cerrada no deja dormir tranquilo a Rogelio Acevedo, un agricultor del lugar.
Si esto llegara a ocurrir, ahí sí no tendría por donde sacar el producido. Por eso, al igual que varios de sus vecinos, prefiere sacar el pico y la pala e irse a remover por su cuenta la tierra que amenaza con taponar la vía.
"Nos toca estar tapando los huecos porque las busetas y camiones no quieren volver a subir por acá", comentó.
El gerente de Concesiones del Departamento, Rodrigo Caicedo, indicó que se necesitarían cerca de 100.000 millones de pesos para reparar la carretera.
"En los últimos dos años solo el Departamento ha dado recursos para la vía cuando también es responsabilidad de la Nación, el Área Metropolitana, el Municipio y el Invías", subrayó.
Agregó que ya se envió una solicitud al Gobierno Nacional para que aporte unos 25.000 millones de pesos para atender los puntos más críticos, pero mientras tanto solo pueden mantener el paso habilitado.
A pesar de la promesa, en Boquerón no pierden la esperanza de que algún día vuelvan aquellos tiempos de prosperidad en los que al paso de los carros la platica llegaba a los bolsillos.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
