Si la carrera que elijan, la estudiarán porque se le complican las matemáticas o porque simplemente, esperan hacerse "ricos" con su profesión, pues déjenme decirles que por ahí no es la cosa.
Más aún cuando se trata de estudiar algún programa relacionado con las ciencias humanas y jurídicas. No quiere decir esto, que con las profesiones que hacen parte de esta área, no lograrán éxito o reconocimiento, ¡no! Se trata más bien de entender que estas carreras se convierten en un estilo de vida para quienes las estudian.
Según Pablo Andrés Garcés Vásquez, decano de la facultad de derecho y ciencias políticas y jurídicas de la Institución Universitaria de Envigado, IUE, "en estos programas no solo se forman personas para ejercer su profesión, se trata más bien de una forma de vida, de relacionarse en los negocios, en la familia, de solucionar conflictos en la sociedad".
Profesionales más prácticos
Eso es lo que exige el mercado laboral hoy, aseguran los expertos.
De acuerdo con Luis Hernán Saldarriaga Restrepo, director de la escuela de Ciencias Sociales y Humanas de la Corporación Universitaria Remington, CUR, "hoy se necesitan profesionales que sean capaces de materializar sus reflexiones, que no se evidencien como conocimientos abstractos, imposibles de demostrar en el quehacer cotidiano. Posibilitando así la articulación del individuo con la familia, la sociedad, el entorno y el mundo".
Estar más contextualizados a nivel internacional. Ese es otro requisito con el que deben cumplir los profesionales de las ciencias jurídicas, así lo expresó Marta Lezcano, asesora externa de la Fundación Universitaria Autónoma de las Américas. "Necesitamos abogados que lean el entorno de la globalización", explicó.
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