La gran disposición manifiesta por los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y de Venezuela, Hugo Chávez, de repotenciar las relaciones bilaterales se ven empañadas por la falta de un acuerdo concreto, lo que habla por sí solo de que aún las diferencias no están superadas del todo.
Los presidentes quisieron convencer a la opinión pública de que ya todo anda sobre ruedas, pero su actitud, en varias ocasiones, mostraba lo contrario.
En la reunión en la Península de Paraguaná sus rostros estaban más serios que de costumbre y ni siquiera los chistes en el momento del encuentro lograron disipar esa percepción entre los periodistas presentes.
Incluso un comentario que hizo el presidente Chávez de que lo único malo del almuerzo había sido el plátano que estaba duro, y la respuesta inmediata del presidente Uribe de que "plátano maduro no vuelve a verde", despertó el comentario de una periodista venezolana en el sentido de que las cosas no volverán a ser como antes.
Sin embargo, después de la reunión, un diplomático colombiano justificó que en el caso del presidente Uribe su rostro mostraba los efectos de una molestia (gripe) que le aquejaba. Incluso aclaró que en el almuerzo por un momento parecía muy decaído y hasta se le preguntó si necesitaba algo para recuperarse.
Chávez, por su parte, no mostró la efusividad de siempre ni se quedó a hablar al final de la rueda de prensa como suele hacerlo. Tampoco hubo el abrazo que pidieron los más entusiastas asistentes en el momento de la despedida de los dos mandatarios.
Y cuando una periodista le preguntó al presidente Chávez cómo se sentía después de la reunión con Uribe lo único que hizo fue una seña de que no hablaría más. Dio la espalda y se dirigió a saludar a un grupo de trabajadores que coreaban su nombre.
¿Cuáles compromisos?
Si como dice el escritor venezolano, Francisco Suniaga, con acuerdos firmados no hay seguimiento sobre las metas establecidas, difícilmente se podrá evaluar en el futuro los logros de unos compromisos que se hacen sólo de palabra y en momentos en que ambos mandatarios tienen algún tipo de presión.
Del caso venezolano, hay quienes no dudan en señalar que el cambio que ha manifestado el presidente Chávez se debe a unos comicios electorales que se avecinan y en los cuales puede perder regiones que son fundamentales dentro de su proyecto político. A Uribe, de otro lado, los empresarios le piden soluciones.
Para la internacionalista Beatriz de Majo, los anuncios que se hicieron en materia económica es posible que se puedan ir logrando en parte porque no sólo es conveniente para ambos países sino porque es lo natural.
Los empresarios también creen que esta vez hay una sensación distinta en lo económico. "Esta vez esos anuncios son más creíbles y reales que en otras oportunidades", en opinión del presidente ejecutivo de la Cámara de Integración Colombo-Venezolana, Luis Alberto Russián.
Sin embargo, persiste la preocupación porque en el tema político, que es donde se dan los más graves problemas, no parece haber ningún avance y eso se reflejó en las actitudes de los mandatarios.
Beatriz de Majo se pregunta ¿qué se habló respecto a las Farc y qué compromiso concreto asumió el presidente Chávez con relación a sus mismos pronunciamientos recientes sobre el grupo guerrillero?, ¿hasta dónde va a ayudar para la pacificación de Colombia?, ¿va a colaborar sacando los guerrilleros que dicen están en Venezuela? o ¿cuál será la ayuda real que se dará ahora en la frontera?
Son inquietudes que según la analista todavía permanecen en el aire y que es en ese tema donde se deben dar pasos importantes a partir de ahora.
En Caracas, otros analistas citados por la prensa local dicen que así como es bien visto que se superen los des encuentros entre los mandatarios también lo será el hecho de que tomen acciones para blindar la cordialidad de las relaciones y "establecer límites en temas espinosos", que pueden volver a entorpecer el escenario de paz actual.
Una buena opción sería que hagan públicos los temas de reconciliación y se reserven para la privacidad los temas estratégicos y difíciles que se tratan de presidente a presidente.
Sin embargo, y en esto coinciden varios analistas locales, el mensaje de la reunión de querer superar las dificultades puede abrir los espacios para buscar algunas soluciones y bajar las tensiones. Solo el tiempo despejará las dudas.
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