Triste fue el final del intendente Alejandro Cañón Mera, adscrito al Grupo de Automotores de la Sijín de Cali, quien permaneció tres años en poder de las Farc y encontró la muerte en su residencia en Cali.
Los sicarios, al parecer menores de edad, siguieron al suboficial, quien se movilizaba en una moto, hasta su casa localizada en el barrio El Poblado II. Cuando iba a entrar a lo atacaron a bala. No obstante Cañón alcanzó a refugiarse en la residencia, pero los asesinos entraron y lo remataron.
"Dos sujetos ingresaron a la residencia y lo ultimaron al interior de la misma. Como hipótesis inicial del hecho consideramos que tiene relación con las investigaciones adelantadas por el Grupo de Automotores que han dado varios golpes a las estructuras de los delincuentes dedicados al hurto de vehículos, sin embargo no descartamos otra posibilidad", dijo el coronel Wilson Barón, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali.
El intendente recibió cuatro impactos de bala en la espalda y alcanzó a ser llevado al Hospital Isaías Duarte Cancino, pero murió. Los dos hombres que le dispararon huyeron en la motocicleta.
Cañón, de 37 años, fue uno de los 67 policías secuestrados por las Farc el 1 de noviembre de 1998 en la toma de Mitú. En ese ataque realizado por 1.500 guerrilleros perdieron la vida 37 uniformados.
Cañón Mera, recobró la libertad en agosto 2001 luego de un intercambio humanitario entre el gobierno del expresidente Andrés Pastrana y la guerrilla de las Farc. A su regreso se reintegró a sus actividades en la Policía Nacional.
Teresa Amú, su esposa, manifestó que convivían desde hace doce años. "Tengo tres hijos de 16, 8 y 6 años, él era el padre de mis dos niñas menores".
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