El plenario de la Cámara de Diputados de Brasil aprobó este jueves el proyecto de ley que cataloga la explotación sexual de menores como crimen "repugnante", como se conocen en el país los delitos que merecen mayor reprobación por parte del Estado.
La ley, que había pasado por la aprobación del Senado, deberá ahora ser sancionada por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
Según la ley, los condenados por explotación sexual de niños y adolescentes no podrán beneficiarse de amnistías, indultos o pagar fianzas y tendrá que permanecer por un tiempo mayor en la prisión para ganar reducción de penas o libertad provisional por un delito que contempla en Brasil entre cuatro y diez años de cárcel.
Los diputados votaron a favor de la ley tras el pedido hecho por la ministra de la Secretaría de Derechos Humanos, Idelí Salvatti, quien calificó la aprobación como "una de las contribuciones inestimables del Congreso" en el combate a la explotación sexual de menores, que celebra su día nacional el próximo domingo.
La Ley del Crimen Repugnante incluye en su tipificación otros diez delitos considerados como graves, entre ellos el de la violación sexual cometida contra menores de catorce años y personas "vulnerables" que por enfermedad o deficiencia mental no tienen condiciones de discernimiento.
