Contrario a lo ocurrido a lo largo de 2013 cuando el mercado internacional del café presentó una caída permanente en su cotización y el fenómeno de la revaluación del peso castigó el ingreso de los productores, en el presente año las cosas lucen mejor para el negocio cafetero.
A cuenta de la sequía que aqueja a ciertas zonas cafeteras de Brasil y de los daños ocasionados por la roya en Centroamérica, las perspectivas de la oferta y las exportaciones mundiales del grano para 2014 se han ensombrecido.
La Organización Internacional del Café (OIC) estima que la producción mundial en este año estará alrededor de 145,8 millones de sacos, lo que representa un ligero aumento con respecto a la registrada el año pasado, 145,1 millones. Estas cifras hacen pensar que en 2014 las exportaciones mundiales del grano presenten una caída similar a la registrada en 2013, que fue de 1,8 por ciento.
Frente a un panorama de oferta mundial de café poco alentador y un consumo en alza, como ocurre en Estados Unidos, los precios internacionales del grano han tenido una importante recuperación en lo corrido del presente año.
La OIC reporta que, luego de que en diciembre de 2013 los precios del café presentaran los niveles más bajos en varios años, ahora estos comienzan a recuperarse y alcanzan valores similares a los obtenidos a mitad del año pasado. Esto significa aumentos superiores al 25 por ciento.
A todas estas, la producción y las exportaciones colombianas del grano continúan su ritmo ascendente.
En enero de 2014 la producción aumentó 15 por ciento y las exportaciones en 30 por ciento. Durante los últimos 12 meses el incremento en la producción fue de 35 por ciento, superando los 11 millones de sacos, en tanto que las exportaciones lo hicieron en 34 por ciento, alcanzando los 9,9 millones de sacos.
De esta forma, y gracias al programa de renovación de cafetales, la productividad cafetera aumentó un 27 por ciento.
Las mejores condiciones de los precios internacionales y la oferta nacional han coincidido con una devaluación de la moneda que ha llevado el valor del dólar a niveles de hasta 2.050 pesos. La conjunción de todo esto ha significado una mejora en el ingreso real de los caficultores.
Esta mejora implica una reducción en el valor del apoyo que brinda el Gobierno.
La recuperación de los niveles de productividad y rentabilidad del negocio debe servir para asegurar una actividad competitiva y sostenible capaz de sacar provecho de las ventajas naturales de nuestra geografía cafetera.
Estas ventajas están asociadas a la variedad de condiciones agroecológicas que permiten, a su vez, contar con una oferta diversificada de alto reconocimiento en los mercados externos.
En los próximos días la Comisión de Expertos en asuntos cafeteros debe entregar las conclusiones y recomendaciones derivadas de los estudios adelantados. Estas llegan en momentos en que, gracias a una mejora en el escenario cafetero mundial, las perspectivas del negocio son más favorables.
Es de esperar que las decisiones de política a que den lugar las recomendaciones de la Comisión sirvan para asegurar una actividad pujante, innovadora y generadora de empleo e ingresos para una importante proporción de la población rural.
Esto implica redireccionar la política cafetera de tal forma que el sector se soporte más en su capacidad competitiva que en los subsidios y los apoyos permanentes.
Sabemos que nuestro reto es una mayor productividad y hemos hecho la tarea
Por Luis Fernando Botero Franco
Director Ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros de Antioquia
Hay varias razones que explican la situación actual: Brasil tiene dificultades climáticas que afectan el volumen de la cosecha y esto envía un mensaje al mercado. Centroamérica tiene unos problemas fitosanitarios delicados, asociados con roya. Esto quiere decir que va a haber menos café arábigo en el mercado.
Sumadas estas dos situaciones, inciden en el comportamiento del precio internacional del café, con un aumento en la cotización en la bolsa de valores de Nueva York, donde se transan estos cafés suaves.
Y una segunda variable tiene que ver con el dólar, con una tasa de cambio muy favorable para los exportadores.
Esto ha incidido para que el precio de compra interno del café llegue a los buenos niveles que tenemos hoy, y que no veíamos hace poco más de un año, de 546 mil pesos la carga.
Otra buena noticia es que en Colombia hay café. El país tiene 21 departamentos cafeteros que producen en diferentes épocas del año.
Sabemos que nuestro reto es una mayor productividad y en los últimos cuatro años los cafeteros han hecho un esfuerzo muy importante para renovar el parque cafetero. Se renovaron más de 2.800 millones de arbustos, unas 500 mil hectáreas renovadas. Hoy lo que tenemos en un alto porcentaje es una caficultura joven, con cafetales resistentes a la roya. Y, desde lo que nos corresponde como agricultores, hemos hecho la tarea.
