Antes del pasado 8 de mayo, cuando entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio con Colombia, el mercado chileno ya estaba abierto en algo así como el 97 por ciento para los empresarios colombianos. Ahora,cuando la relación comercial tiene esa base más sólida y estable en el tiempo, el reto sigue siendo el mismo: acrecentar los negocios.
"Chile es un mercado virgen para los empresarios antioqueños y colombianos". Así de claro es el mensaje que da el experto en comercio internacional, Jorge Alberto Velásquez Peláez, quien fuera director de Proexport en Caracas, Venezuela.
En su opinión, Colombia ha desaprovechado ese mercado, como lo demuestra su participación ligeramente superior al uno por ciento dentro de las importaciones chilenas.
"El TLC, añade Velásquez Peláez, le da continuidad a esos privilegios comerciales". Con una gabela adicional: el socio suramericano tiene una industria relativamente rezagada, lo cual favorece la penetración de casi todos los bienes manufacturados.
El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, les ve mejores perspectivas de desarrollo a las exportaciones de servicios de informática y software, salud, audiovisuales, construcción e ingeniería y ecoturismo.
Por su parte, el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, dijo ayer en Bogotá, en una presentación oficial del TLC con Chile, que "estos acuerdos son garantía de calidad en el empleo, porque se suman a las normas constitucionales, al Código de Trabajo, para garantizar, por intermedio de la vigilancia del país contraparte o del país co-contratante en el acuerdo, que el otro cumpla con todas las obligaciones de calidad del empleo".
En el mismo evento, el canciller de Chile, Mariano Fernández, sostuvo que el tratado negociado con Colombia es el acuerdo más profundo que ha celebrado Chile con país alguno en Suramérica. Es, según sus palabras, "un salto cualitativo y cuantitativo en la relación bilateral y una reafirmación de nuestra apuesta por el libre comercio".
Lo dice el representante de un país que ha suscrito 20 acuerdos comerciales con 56 países, lo cual le da un buen acceso a un mercado ampliado de 4.000 millones de habitantes y a unas economías que pesan el 90 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
Dentro de esa lista se destacan China, India, Estados Unidos, Malasia y hasta cuba. A ellos y a muchos más, les vende anualmente bienes y servicios por valor cercano a los 70.000 millones de dólares, en tanto que sus importaciones rondan los 56.500 millones de dólares.
En el caso de Colombia, el comercio de doble vía suma 1.508 millones de dólares. Tal monto corresponde a las exportaciones colombianas de 849 millones de dólares, y a las importaciones que hace de Chile por valor de 659 millones de dólares.
Estos datos del 2008 muestran una balanza superavitaria para Colombia, en 190 millones de dólares. Antioquia tiene signo negativo, pues exporta 40,9 millones de dólares y compra 81,4 millones de dólares, para una balanza deficitaria en 40,5 millones de dólares.
La esperanza es que, una vez oficializado el TLC por ambas cancillerías, la región cierre esa brecha.
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