Nada es traído de los cabellos y las cuentas previas no pueden llamar a engaños.
El presupuesto de Colombia de cara a los Juegos Olímpicos de Londres-2012 es conseguir un mínimo de tres medallas, con el agregado de que la actuación sea mejor a la cumplida en Munich-72, cuando el tirador Helmut Bellingrodt logró una presea de plata y los boxeadores Alfonso Pérez y Clemente Rojas lograron premios de bronce. O la cumplida en Sydney-2000, justa en la que se alcanzó la única medalla de oro, por intermedio de la pesista María Isabel Urrutia.
Colombia posee hoy algunos atletas de élite mundial, como la saltadora Caterine Ibargüen, la bicicrosista Mariana Pajón, el pesista Óscar Figueroa, la luchadora Jakeline Rentería y el pistero Juan Esteban Arango, quienes hacen parte de una primera fila. Ellos, por sus antecedentes, tienen la aspiración de subir al podio a reclamar sus esfuerzos de un largo proceso, que en la mayoría de los casos supera los ocho años. Esto no es gratuito, se debe a un avance porque la dirigencia, el Estado y algunos patrocinadores creyeron en este paso a paso.
“En la Convención Mundial del Deporte, realizada en Moscú, le contamos al mundo cuáles habían sido los antecedente del avance colombiano. Y llegamos a la conclusión de que todo se basó en el trabajo que iniciamos hace 15 quince años”, advierte el dirigente Andrés Botero.
Este es el panorama previo para el elenco nacional que tiene 104 atletas, con una abanderada, Mariana Pajón, quien estará más feliz que nunca de llevar el pabellón tricolor en el desfile inaugural, a las 3:00 p.m.
Para Colombia serán más las ausencias que las presencias allí. No figurarán Rigoberto Urán, Sergio Luis Henao y Fabio Duarte, quienes correrán horas más tarde. Tampoco el trío de nadadores, el gimnasta Jorge Hugo Giraldo, la esgrimista Saskia van Erven y la tenismesista Paula Medina. Igualmente, no aparecerán las 18 futbolistas, situadas en Glasgow para el choque de mañana ante E.U.
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