El 23 de junio de 1990 la Selección dirigida por Francisco Maturana jugó el partido que hasta ahora había marcado un hito en la historia del fútbol colombiano. Ese día, el equipo de Andrés Escobar, Carlos Valderrama, René Higuita y Freddy Rincón, cayó derrotado 1 - 2 con Camerún y le dijo adiós a Italia 90 en octavos de final, esa fue hasta ahora la mejor participación de Colombia en un Mundial.
Sin embargo, otra generación, dirigida por un argentino y defendiendo el estilo del fútbol colombiano, hizo soñar a todo un país cuando con nueve puntos completó una primera fase con números perfectos se metió en octavos de final de Brasil 2014. En ese momento igualaba la actuación del equipo de 1990.
Pero todavía quedaban fuerzas. Colombia derrotó a Uruguay en la segunda fase con dos goles de James Rodríguez y se encontró en cuartos de final con Brasil, anfitrión y eterno favorito.
Brasil jugó como no lo había hecho antes en el Mundial, se fue arriba a los seis minutos del primer tiempo con un gol producto de un error en la marca, como el que nunca le marcaron al equipo en los partidos anteriores del campeonato del mundo.
Pero Colombia no se doblegó y con la fuerza de un país que vivía una tarde cívica para volcarse a apoyar a su selección trató de encontrar su juego. Sin embargo, en el segundo tiempo y cuando mejor jugaba el equipo, un gol de tiro libre con talla de Mundial amplió la ventaja para el local.
Colombia siguió luchando y en el minuto 78 un penalti sobre Carlos Baca, ejecutado por James Rodríguez representó el descuento y revivió el sueño, pero el tiempo no alcanzó.
Colombia se fue en cuartos perdiendo con dignidad. Hizo ver mal al más grande, se entregó, puso un nivel muy alto y una nueva fecha para la historia del fútbol Colombiano.
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