Los venezolanos volverán a sufragar en un mes, el 8 de diciembre, esta vez para escoger alcaldes y concejales, en una elección —sin la importancia de una presidencial— en la que Gobierno como oposición ya hacen una feroz campaña con el fin último de confirmar que son mayoría.
El primer gesto político se verá hoy, cuando miles de venezolanos salgan a las calles para expresar su "indignación" ante el gobierno de Nicolás Maduro y la grave crisis económica, política y social del país. La jornada fue organizada directamente por los manifestantes.
De acuerdo a información difundida en redes sociales, el reclamo se extenderá a más de 55 ciudades del país, para expresar la frustración del pueblo venezolano sobre problemas como el desabastecimiento, la inflación y la inseguridad.
Las elecciones municipales venideras marcarán una cita importante en Venezuela tras los comicios presidenciales del pasado 14 de abril, en los que resultó ganador el oficialista Nicolás Maduro por un estrecho margen de 1,49 por ciento no reconocido por la oposición, que ha llamado a que el 8 de diciembre sea un plebiscito.
Los comicios serán la última oportunidad para ambos. En los próximos dos años no se realizarán elecciones y además se relajará el clima crónico de campaña en un país en el que en los últimos 14 años se han realizado más de 17 comicios.
Sin embargo, el proceso en puertas luce diferente y no solo por la ausencia física de Chávez.
Por un lado, Maduro no ha tenido tregua en los poco más de seis meses que lleva en el poder. La escasez de productos de la canasta básica, la inflación que ronda el 40 por ciento, apagones eléctricos y un engorroso y vulnerado sistema de control de cambio de divisas que ya tiene diez años, le ha valido no pocas críticas al gobernante.
Como respuesta, el líder ha reiterado que su Gobierno es víctima de guerras y sabotajes económicos y eléctricos que tienen como único fin sacarlo del poder, por lo que pidió al "pueblo" estar alerta y unirse a la batalla.
Henrique Capriles y sus compañeros de la Mesa de la Unidad Democrática, han centrado el discurso en pedir la movilización a las urnas para protestar contra la inflación, la escasez y la inseguridad, más que para posicionar un candidato, idea que, al parecer, ha calado entre sus electores.
El analista y politólogo John Magdaleno dijo a Efe que "pese a toda la asimetría y uso del poder por parte de la opción oficial" hay una disposición de los votantes opositores de asistir a las urnas, a pesar de las dudas sembradas por el mismo Capriles sobre la legitimidad de las presidenciales.
Según la última encuesta del Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD), el 66 por ciento de los electores está dispuesto a ir a votar para elegir alcaldes y concejales.
Mientras tanto, desde la tribuna oficialista la campaña muestra rasgos de orfandad con la ausencia de Chávez.
El director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, aseguró que la ausencia de Chávez deja al descubierto el "grotesco ventajismo" que, antes de que falleciera ya existía, pero era menos evidente, justamente por ser "un líder innegable".
"Arrecian las irregularidades en relación a las condiciones justamente porque el juego ya es mucho más parejo", señaló Alarcón.
Mientras, las calles del país ya dan cuenta del inicio adelantado de la campaña, con vallas y afiches, de todos los tamaños, como que si de una presidencial se tratara.
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