Durante su mensaje de Año Nuevo, el líder norcoreano, Kim Jong-un, justificó ayer la sorprendente ejecución de su tío, Jang Song-thaek, y amenazó de nuevo a E.U. con una "mortal catástrofe nuclear".
El joven dictador aprovechó una de sus escasas intervenciones públicas para referirse por primera vez a la reciente purga y ejecución del que fuera su mentor y uno de los hombres más poderosos del régimen.
"El año pasado se tomó la decidida medida de sacar facciones de escoria del partido (...) y esta purga de elementos antipartido y antirrevolucionarios lo ha fortalecido", apuntó Kim sin mencionar en ningún momento el nombre de su tío.
El líder del régimen comunista aprovechó su discurso televisado de casi 30 minutos para hablar también de economía y de un acercamiento entre Pyongyang y Seúl, aunque advirtió de la posibilidad de una "mortal catástrofe nuclear" que afectaría también a E.U., si estallara una guerra en la Península de Corea.
Tanto Corea del Sur como la comunidad internacional observan con mucha atención las escasas palabras de Kim Jong-un, que por segundo año consecutivo ha decidido dirigirse al país con motivo del Año Nuevo, al estilo de los líderes occidentales.
Durante la emisión del discurso, supuestamente grabado, la televisión norcoreana intercaló las imágenes del líder con las de un edificio nevado, y no está claro si lo hizo delante de público a pesar de que con frecuencia se podían oír aplausos.
La mayor expectación del mensaje se centró en el sorprendente ajusticiamiento del que fuera considerado el "número dos" del régimen, hecho que supuso el mayor cambio político en Corea del Norte desde la muerte del dictador Kim Jong-il en diciembre de 2011, que abrió las puertas del poder a su hijo.
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