x

Pico y Placa Medellín

viernes

3 y 4 

3 y 4

Pico y Placa Medellín

jueves

0 y 2 

0 y 2

Pico y Placa Medellín

miercoles

1 y 8 

1 y 8

Pico y Placa Medellín

martes

5 y 7  

5 y 7

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

6 y 9  

6 y 9

Crisis carcelaria golpea Argentina

EN LAS 82 cárceles argentinas hay unos 600 presos que reclaman atención médica y trato digno mediante huelgas de hambre. Un recluso habló con EL COLOMBIANO.

  • Crisis carcelaria golpea Argentina | Servicio Penitenciario Federal | El Servicio Penitenciario Federal de Argentina niega que haya hacinamiento en las 28 cárceles de su jurisdicción. Dice que tiene capacidad para 10.236 personas y que, hasta febrero de este año, había 9.381. En las cárceles provinciales, según la Comisión para la memoria, sí hay sobrepoblación.
    Crisis carcelaria golpea Argentina | Servicio Penitenciario Federal | El Servicio Penitenciario Federal de Argentina niega que haya hacinamiento en las 28 cárceles de su jurisdicción. Dice que tiene capacidad para 10.236 personas y que, hasta febrero de este año, había 9.381. En las cárceles provinciales, según la Comisión para la memoria, sí hay sobrepoblación.
25 de abril de 2010
bookmark

David Piñeyro fue condenado en 2002 a nueve años de prisión. Fue declarado culpable por secuestro extorsivo. En ese momento, a pesar de que él aceptó los cargos, comenzó su pesadilla.

"Me cagaban (reventaban) a patadas y a palo y me mandaban al peor pabellón. Peleaba y peleaba, hasta que me di cuenta de que muchos presos trabajaban para la Policía", cuenta David.

En una de las peleas quedó 45 días sordo del oído derecho y apuñaló al jefe del penal. Según él, en defensa propia.

A partir de ese momento comenzó su recorrido de cárcel en cárcel. "En todas me decían que yo era al que le gustaba apuñalar al jefe del penal", recuerda sobre lo que le dañaba el ambiente en cada patio, en cada celda. "Siempre me cagaban a palo por lo mismo", repite David.

"Tengo un agujero de siete por tres centímetros por los balazos (de goma) que me pegaban. Tengo 16 marcas en el cuerpo", narra Piñeyro sobre otra pelea, la que le valió estar 40 días aislado.

El 4 de diciembre de 2004, a las 3:15 p.m., lo marcó por siempre. "Con perdigones de goma me sacaron un ojo, tengo una prótesis". Entonces, cuenta, lo dejaron tirado, en el piso, hasta las tres de la mañana que "un pibe (muchacho) del penal se dio cuenta y llamó a mi familia".

Aunque su pesadilla no terminaba aún, allí comenzó su defensa. Su mamá inició acciones legales para que, entre otras cosas, no lo tuvieran de penal en penal.

Sin embargo, asegura David, un día lo sacaron en calzoncillos a las dos de la mañana, y se lo llevaron para otra cárcel, a 500 kilómetros de Buenos Aires.

Allí, otra riña lo dejó malherido, con nueve puñaladas y moribundo. "Incluso, mientras me llevaban a atenderme un policía me apuñaló por última vez. Me hice el muerto en el hospital para que no me mataran y allí conocí a Martha, mi ángel de la guarda."

Un verdadero ángel
Por casualidad Martha Miravete y David se conocieron. Ella es una ex presa de la cárcel 6 de Ceisa que, luego de pagar seis años de prisión, decidió luchar por los derechos de los presos, entre otras razones, por la muerte de su pareja en la cárcel, quien murió de VIH, según ella por falta de atención médica.

En el 98, cuando quedó en libertad, se obsesionó por los derechos de los presos, sobre todo si se trataba de temas de salud. En 2002 creó el Grupo de Mujeres Argentinas (GMA). "Salí con toda la adrenalina de la cárcel y al principio nadie me entendía", recuerda Martha.

El maltrato y la negligencia, comenta, son las principales razones de las huelgas de hambre que hoy se viven en las prisiones argentinas.

David protagonizó una de ellas luego de que sufrió las nueve puñaladas y de haber sido "encerrado cinco meses en una celda de dos por dos".

El ayuno, sumado al apoyo de Martha y de su familia, y a toda esta historia, fueron argumentos suficientes para lograr el arresto domiciliario. Él quería terminar de cumplir su pena en paz, sin líos, y así ya lleva un año y cuatro meses. Vive con su esposa, con quien espera salir del país después del 8 de julio de 2011, cuando cumpla su condena. Dice que, aunque ama su país, se siente tan golpeado que no ve un futuro en Argentina.

El Gobierno, presente
Roberto Cipriano, director ejecutivo de La Comisión por la memoria, una entidad pública pero autónoma, encargada de hacer valer los derechos de los presos y evitar las torturas, acepta que en todo el país pueden haber hasta 600 personas en huelga de hambre, entre cárceles provinciales y federales.

Su papel, explica, es asistir a las huelgas "para que no maltraten a los presos".

Según Cipriano, la situación no ha mejorado en los últimos meses debido al aumento de la población de las 54 cárceles provinciales, donde hay recluidas unas 31.600 personas. Eso representa un 73 por ciento de sobrepoblación e "incrementa la violencia".

Una de las razones que argumentan los presos para entrar en huelgas de hambre es que los jueces transforman la prisión preventiva en un hábito. Según Cipriano, esto es verdad. Incluso, estos casos, en hombres, están en el 77 por ciento y en mujeres, arriba del 85 por ciento.

Lo preocupante, según él, es que la situación no tiene luces de mejoría por "la actitud del Gobierno de apostarle a la mano dura y a la no tolerancia".

Sin embargo, el Ministro de Justicia, Julio Alak, se reunió hace 15 días con los huelguistas junto a políticos opositores y hace 20 días con oficialistas, lo que convierte las huelgas de hambre en un tema de interés nacional, lejos de las inclinaciones políticas, y abre una luz de esperanza para quienes están a la sombra clamando por respeto.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD