Había que ganar como fuera y amén, que se logró. El domingo en el General Santander, en una buena presentación, el Cúcuta venció al Once Caldas 2-0, con anotaciones del barranquillero Roberto Polo (a los 10´ y a los 65').
Que si fue por el cambio de camiseta, a lo mejor. Tal vez faltaba la cábala que, además, llegó en un momento oportuno, pues nadie resistía otra derrota.
A Roberto Polo, que llegó para solucionar los problemas de gol, se le abrió el arco y pudo marcar dos tantos que le dieron los tres puntos a los rojinegros.
Hacía 34 días que la tribu motilona no ganaba en casa. La última ocasión fue precisamente ante el Deportes Quindío, al que derrotó por idéntico marcador.
La victoria ante el campeón colombiano no sólo devuelve la confianza al grupo, sino que da la esperanza de seguir en la pelea por una de las casillas a los cuadrangulares finales a 11 fechas de culminar el torneo regular.
Desde el primer minuto se vio un Cúcuta distinto, con mejor actitud, distendido, al jugar tranquilo y sin desesperación, como en otras jornadas.
Había alegría en los jugadores y eso fue fundamental en los 90 minutos.
Obviamente, la expulsión tempranera del peruano Johan Fano del Once Caldas, de alguna manera benefició al Cúcuta y trastocó el planteamiento que traía el profesor Javier Álvarez.
El Once no mostró mucho y no se arriesgó a perder por goleada.
Así como los árbitros se han equivocado en muchas ocasiones con el Cúcuta, el central Fernando Restrepo fue demasiado drástico con Fano. Pero ese es el fútbol y no hay nada que hacer, lo que importaba era ganar.
Elvis González y José Rodrigo Castillo tuvieron una gran tarde y fue por su sector donde la tribu generó fútbol y creó peligro sobre la portería de Héctor Landázuri.
A los 9 minutos de la etapa inicial, el conjunto fronterizo dio el primer campanazo, pero Polo se quedó corto en el remate.
Un minuto más tarde, en otra jugada por la izquierda, el balón le quedó a Luis Narváez quien pateó. En el remate Polo le cambió la trayectoria a la pelota, con el lo que desubicó a Landázuri para el 1-0.
La celebración fue a rabiar, como si tratara la del gol del título y no era para menos, la sequía había terminado.
Los jugadores del conjunto 'albo discutieron con el árbitro, alegando que la anotación de Polo fue en fuera de lugar, pero de nada les sirvió.
De ahí en adelante, el control del partido fue del Cúcuta que incluso creó otro par de opciones de peligro con Arias y Polo.
Pese a tener un hombre menos en la cancha, el Once Caldas intentó sacudirse, y los 22 minutos, Henry Rojas, empalmó un disparó que desvió bien Leandro Castellanos.
A los 23%¬, es Dayron Pérez el mejor jugador del ´Blanco Blanco' en los 66 minutos que estuvo en la cancha, quien exigió a Castellanos.
Cinco minutos después le es anulado el empate a los manizaleños por un dudoso fuera de lugar.
Fueron las posibilidades más claras del Once Caldas en los primeros 45 minutos.
Pudieron ser más
En la etapa complementaria Cúcuta se dedicó a manejar los ritmos del partido y no permitió que el 'Blanco Blanco', creara opciones de peligro.
Javier Álvarez hizo algunas modificaciones que aportaron poco para buscar el empate.
Salvo al minuto 51 un disparo de Sebastián Hernández, fue todo lo que mostró Once en el segundo episodio.
El compromiso entró en un trámite lento, donde los de la tribu se relajaron y dejaron que el tiempo pasara.
A los 65 minutos vino el segundo del Cúcuta. Luego de una jugada colectiva entre Polo y Juan Carlos Escobar que había ingresado unos minutos antes. Polo recibió el pase de Escobar, que de cabeza anotó 2-0, en un error de la zaga caldista, con el que se liquidó el partido.
Cúcuta pudo marcar más goles en la segunda mitad, pero se conformó con el resultado, cuando la verdad se necesitan goles para el promedio.
