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El 11S, Lágrima de las Nubes

  • Carlos Alberto Giraldo | Carlos Alberto Giraldo
    Carlos Alberto Giraldo | Carlos Alberto Giraldo
09 de septiembre de 2010
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Aquella tarde de abril de 2003 hacía frío en Manhattan. Como suele ocurrir, las ráfagas de viento embestían los gabanes y las bufandas de los transeúntes. Había una fila lenta de acceso, por una rampa de madera, que terminaba en un pequeño balcón desde el cual la gente lanzaba rosas y claveles al agujero inmenso donde alguna vez estuvieron las torres del Centro Mundial de Negocios.

Desde arriba, junto a las barandas de la plataforma, se descubría una explanada, a 40 metros de profundidad, en la que trabajaban sin descanso obreros y retroexcavadoras. Con el aspecto de órganos tubulares aplastados, se veían pedazos del armazón exterior de los edificios.

Extranjeros y estadounidenses puros lloraban al ver los restos que dejó aquel ataque demoledor e indiscriminado que ejecutó el extremismo árabe, el islamismo radical, contra el que considera el satán de occidente: Estados Unidos.

Es poco probable -e indeseado- que alguna fuerza terrorista del planeta concrete nuevamente un ataque tan calculado y humillante contra norteamérica. Jamás las estrellas de la Unión se apagaron tanto.

En Manhattan, esa tarde, como hasta hoy, se sentía una agonía incurable. Una tristeza que opacaba el horizonte del Hudson vomitando sus aguas en el Atlántico.

Es extraño que frente al recuerdo doloroso de los jets clavándose de mañana en el cuerpo de Las Gemelas, el 11 de septiembre de 2001; que frente a la impotencia que luego experimentó la humanidad, en vivo y en directo, al ver caer ese par de colosos y deshacerse en una nube de polvo, haya hoy un loco que quiere desencadenar nuevas iras en el mundo musulmán.

Terry Jones, pastor de una iglesia integrista de Florida, apareció ayer en una foto de la agencia Cordonpress armado con una pistola y en pose desafiante. Aunque finalmente se retractó, el miércoles convocó a una quema de ejemplares del Corán, en el noveno aniversario de los ataques del 11-S. "Es hora -sostuvo este lunático provocador, que apenas tiene 50 feligreses- de que América sea América".

La Interpol ya alertó a sus 188 estados miembros sobre los ataques que pueden desatar los "versos satánicos" del reverendo Jones. El fiscal General de Estados Unidos no ha podido emplear una figura más ilustrativa frente a la amenaza pirómana del pastor: "La hoguera es el recurso de un idiota". Por supuesto, Barack Obama advirtió que Jones contraría los valores de tolerancia religiosa de su país y teme que sus declaraciones recluten a más extremistas dispuestos a inmolarse en E.U. y en Europa.

Cómo se nota que Jones, el pastor, no entiende lo que han sufrido sus hermanos con aquella llaga abierta en las entrañas de Manhattan. Una llaga que apenas lava la imagen del río que nace en un lago con un nombre hermoso y paradójico: Tear of the Clouds . Lágrima de las Nubes.

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