El apetito que los fondos de inversión en el mundo demuestran por el campo en Latinoamérica, con inversiones por 13 billones de dólares al año, no se refleja en Colombia adonde no llegan ni 100 millones de dólares, es decir no alcanza a participar del 0,0007 por ciento de esos recursos.
Ricardo Jaramillo Gaviria, gerente de Expo Agrofuturo 2014, sostiene que la falta de políticas claras de parte del Gobierno y el atraso cultural, de conocimiento y tecnología en los empresarios del campo, hacen que el sector no resulte atractivo para esos fondos.
Adicionalmente, considera que la producción está demasiado atomizada, por lo que aboga por políticas de largo plazo, el establecimiento de una visión empresarial y una especialización de las regiones. "Es necesario un Plan de Ordenamiento Agropecuario (POA), para que esos inversionistas dejen de irse para Perú, Chile y Brasil".
Tecnificar, otra clave
La academia, por su parte, insiste en la necesidad de tecnificar el campo como requisito para desarrollo del país y recuerda que de las zonas rurales no solo vienen alimentos, sino también materias primas para muchas industrias.
Héctor Jairo Correa, docente de la Universidad Nacional, también recalca en la necesidad de inversión para el campo y comenta que el primer llamado a hacerlo es el Estado, que tiene la obligación de volver atractivo el campo por medio de obras de infraestructura vial, en energía y en medios de comunicación.
Para Correa, la principal barrera para que los profesionales del agro no vayan a tecnificar el campo es el insuficiente atractivo que tiene como un lugar para inversión. Como es poco productivo se invierte menos, hay escasas industrias y personas interesadas en ejecutar proyectos
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