En medio de la calle del barrio París está el boquete que dejó a su paso el caudal de la quebrada La Madera. Allí había una casa y quedó despedazada. Solo permanece en pie el muro posterior que sostiene una cartelera con las fotos de la familia.
Allí residían Marina Montoya y su familia, entre los que estaba Santiago Ospina Montoya, un niño de 10 años.
En la noche de la tormenta estaba en la calle jugando con unos amigos, cuando sintió que el agua crecía y siguió jugando, por supuesto.
"Solo cuando ya empezó a inundarse la calle de verdad me dio miedo y me fui para la casa, pero allí estaba mi abuelita y me sacó para una parte alta, porque la casa se estaba cayendo", explicó, mientras una de sus familiares observa desolada el estado de la casa.
"No tenemos para donde irnos -remató Santiago-. Lo que necesitamos es que nos ayuden para no quedarnos en la calle".
Según John Jairo Taborda, del Comité de Emergencias de Bello, por la creciente de la quebrada La Madera resultó muerta una persona, heridas otras ocho (que han sido dadas de alta) y unas 34 familias damnificadas.
"Estamos haciendo la evaluación técnica de las viviendas que pueden ser habitables y sin riesgo y después procederemos a definir las ayudas a las personas más afectadas", explicó Taborda.
Robledo Aures
Por la calle 80, a la altura del barrio Santa Sofía, se empieza a observar la dimensión del desastre: sobre la vía, decenas de pedazos de roca obstaculizaban el paso de los vehículos hacia el barrio Robledo Aures.
El peor temor que tenían los habitantes de este sector es que las piedras acabaran con todo mientras descendían por el nuevo cauce en la noche del martes.
Leonel Agudelo estaba con una pala sacando el lodo y las piedras que se le metieron en la casa. Él estaba ese día en su casa haciendo la comida y preparándose para descansar cuando empezó el rumor del agua y las piedras.
"Nos tocó salir con lo que teníamos. Al menos yo vivo en un segundo piso, pero a mi vecino el agua siguió derecho hasta el otro lado de la casa", explicó.
La que no tuvo la misma suerte fue María Lucely Úsuga. Ella trabaja como empleada de servicios varios en un restaurante. Ella vive al lado de la quebrada y cuando menos lo pensó, el agua le llegaba a la mitad del cuerpo.
"No alcanzamos a sacar nada. El agua se llevó todo, no quedó sirviendo nada. Yo no sé qué voy a hacer porque yo respondo por mí, mis hijos y mi mamá. Son muchas personas que están sin con qué vestirse", explicó María Lucely.
Lo más grave es que el clima de ayer no ayudó mucho. Durante la mañana se instaló encima de este barrio una lluvia pertinaz que no dejaba ni secar los colchones que ella tenía en la entrada de su casa.
"Si no es por la ayuda de los vecinos yo no sé que sería de nosotros. Le pedimos al Simpad que nos colabore con el tema de los colchones y la comida", dijo.
Las otras zonas
Por su parte, el Sistema Municipal de Prevención y Atención de Desastres, Simpad, informó que unas 50 viviendas quedaron afectadas por el vendaval del martes en la noche. Además se ordenó la evacuación de 13 viviendas en forma definitiva y 10 más de manera temporal. También en las emergencias atendidas por el Simpad, se reportaron ocho personas lesionadas que fueron remitidas al Hospital Pablo Tobón Uribe.
Los sectores más afectados por las lluvias en Medellín fueron Robledo El Diamante, Pajarito, La Isla de la Fantasía y en la Comuna 13, los barrios El Pesebre y Las Independencias.
"Le recomendamos a las personas que resultaron afectadas y recibieron la orden de desalojo inmediato, que obedezcan esta orden, para evitar una tragedia, debido a que el invierno no da tregua", afirmó el director del Simpad Camilo Zapata.
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