Al ritmo del chachachá, impuesto por el goleador Jackson Martínez, el Independiente Medellín volvió a la victoria y abandonó el sótano del torneo colombiano luego de superar ayer (3-1) al Pasto en el estadio Atanasio Girardot.
El espigado delantero chocoano, de piernas largas, a quien sus compañeros identifican con el nombre de ese ritmo cubano que surgió en la década del 50, contagió a los 8.661 aficionados con dos tantos de cabeza en un compromiso que los rojos jugaron bajo presión. El otro gol tuvo el sello del pastuso Carlos Daniel Hidalgo, que venía cabizbajo porque el arco se le había cerrado.
La hinchada les pedía un triunfo a los dirigidos por Santiago Escobar, ojalá jugando bien, y lo consiguieron con pasajes interesantes, pero también con baches como lo reconoció el estratega en rueda de prensa.
Ayer también llegaron los goles, otro elemento que destacaron los protagonistas, ante un rival con una de las vallas menos vencidas del torneo. No faltará el hincha que diga que ahí estuvo la mano de José Vicente Grecco, el mayor artillero escarlata en la historia, a quien se le rindió un minuto de silencio como homenaje tras su deceso, el lunes pasado.
La aparición de los juveniles William Arboleda y Andrés Mosquera en la formación titular, con un balance positivo para ambos, dejó una sensación de tranquilidad en la fanaticada que nota la posibilidad de renovación en el plantel.
El partido resultó entretenido desde el arranque por la actitud ofensiva de los locales, que en el primer tiempo merecieron irse con más de un gol de ventaja, a juzgar por una chilena de Martínez y un remate de Rafael Castillo que desvió el arquero Nelson Ramos en el epílogo de este período.
El 1-0 de Jackson (33'), un remate de cabeza en el área tras un centro del Arboleda (salió lesionado a los 40 minutos cuando era figura), llegó en un momento clave porque la gente ya empezaba a desesperarse y a manifestar su inconformismo: "Movete rojo movete, movete dejá de joder...", se escuchaba.
Y es que a pesar de manejar la pelota, los de casa carecían de profundidad al acudir a pelotazos que controlaban los zagueros visitantes.
Ese primer tanto de Martínez, figura de la tarde, cambió por voces de apoyo el descontento general.
El Medellín entró en otra laguna futbolística que significó el empate parcial del Pasto, a los 63 minutos por intermedio del recién ingresado Jorge Mosquera, luego de otra acción de Giovanny Arrechea en la que salvó Aldo Bobadilla. Pero supo reaccionar.
Una descolgada de Castillo por izquierda y el centro para la cabeza de Jackson puso el marcador 2-1 (68'), pizarra que más tarde amplió Higaldo (85') en jugada individual, no sin antes sufrir en una incursión de David Montoya que salvó Bobadilla. Así, el DIM certificó un triunfo justo, y necesario, y ahora tendrán 15 días para corregir errores y consolidar sus progresos futbolísticos como pide su afición.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
