En una señal de un posible fin a semanas de hostilidades verbales, Corea del Norte ofreció ayer a Estados Unidos y a Corea del Sur una lista de condiciones para negociar, entre ellas el levantamiento de las sanciones de Naciones Unidas.
La maniobra fue probablemente una concesión para el único aliado importante de Corea del Norte, China, que ha manifestado su creciente inquietud por la escalada de amenazas, y que agregó que las conversaciones son la única manera correcta de terminar con la tensión.
"El diálogo y la guerra no pueden coexistir", dijo el Comité de Defensa Nacional de Corea del Norte en el comunicado difundido por la agencia oficial de noticias KCNA.
"Si Estados Unidos y el títere (Corea) del Sur tienen el menor deseo de evitar el golpe de mazo de nuestro Ejército y pueblo (...) y realmente desean diálogo y negociaciones, ellos deben tomar una decisión resuelta", indicó el organismo.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo a periodistas ayer que Pyongyang tendría que demostrar primero que ve con seriedad la posibilidad de abandonar sus armas nucleares a fin de que cualquier diálogo tenga sentido.
"Estamos abiertos a negociaciones creíbles y auténticas, pero eso requerirá señales claras del régimen norcoreano, señales que hasta ahora no hemos visto", dijo a periodistas a bordo del Air Force One.
Ayer, en un hecho sin precedentes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, visitó el Pentágono, donde dialogó con el secretario de Defensa, Chuck Hagel, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey sobre las tensiones en la península coreana y las operaciones de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas.
Kerry, por la vía diplomática
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien finalizó un viaje a la región a principios de esta semana que estuvo dominado por la preocupación sobre Corea del Norte, hizo hincapié en su interés por una solución diplomática.
El funcionario dijo en una audiencia del Senado estadounidense que la oferta de Pyongyang era "al menos una táctica para comenzar a dialogar", pero agregó que "no es aceptable, obviamente, y tendremos que ir más allá".
"Si hay algo en lo que no nos involucraremos es la postura del tipo’", sostuvo Kerry a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, rechazando patrones previos para negociar con Corea del Norte.
Corea del Sur, que está llevando a cabo ejercicios militares con las fuerzas estadounidenses -lo que despertó la ira de Corea del Norte-, también ha propuesto conversaciones, una oferta que Pyongyang rechaza como poco sincera.
Estados Unidos mantiene unos 28.500 soldados en Corea del Sur como un contingente disuasivo ante una potencial agresión de Corea del Norte, legado de la guerra de 1950-1953 en la península coreana, que concluyó con un armisticio, no un tratado de paz.
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