Mientras por las principales calles de Río de Janeiro los ciudadanos comunes y corrientes acuden a los alrededores del sambódromo a competir por los premios del carnaval más famoso del mundo, en la playa de Copacabana el reloj que inauguró Pelé el 12 de junio del año pasado, encenderá hoy las luces rojas que dan cuenta de los 100 días que restan para el arranque del Mundial de fútbol.
"¡Cada vez se acerca el evento más importante para quienes amamos el fútbol…". Así se expresa el mundialista antioqueño Víctor Hugo Aristizábal, quien espera que las selecciones aprovechen los tres meses largos que les falta para prepararse de la mejor manera.
Las expectativas que tiene Aristizábal son las mismas del secretario general de Fifa, Jérôme Valcke, quien asegura que "Brasil responderá al desafío de organizar la mejor Copa del Mundo".
Waldheim García Montoya, periodista colombiano radicado desde hace 10 años en Sao Paulo, donde se inaugurará el evento el 12 de junio, asegura que "a cien días para que comience el torneo, Brasil sigue corriendo contra el reloj para entregar las obras de infraestructura de los cinco estadios que faltan por cerrar obras". Admite que habrá fiesta, pero lamenta los sentimientos encontrados que tiene el ciudadano normal sobre el costo del certamen al que consideran exagerado.
El ensayo previo podría ser la fecha Fifa que se jugará mañana, pero Brasil tendrá que apurar para convencer al mundo, entregar en abril los escenarios completos y evitar que la inconformidad opaque el carnaval futbolístico que se avecina.
La situación hoy en Brasil está marcada por el incremento de las protestas populares debido a los sobrecostos de las obras y los problemas sociales que aumentan. Pero, al margen de ello, las distintas selecciones ultiman trabajos para llegar de la mejor forma posible a la Copa.
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