En vísperas de la reunión del G8, el papa Benedicto XVI pidió este lunes "señales concretas de apoyo a las personas que se encuentran en situación de necesidad".
El llamamiento lo hizo al recibir al nuevo representante de Haití ante la Santa Sede. La cumbre de las ocho potencias más industrializadas del mundo se celebrará en Italia del miércoles al viernes próximos.
Es la segunda vez en los últimos dos días que el pontífice envía un mensaje a los países ricos. El sábado invitó a las potencias económicas que integran el G8 a no abandonar a su suerte a los países pobres ante la crisis económica y financiera que azota al mundo.
Esta vez reiteró además la necesidad de una cooperación internacional eficaz, que será uno de los temas que afrontará el G8 en L'Aquila, la ciudad del centro de Italia azotada por un terremoto el primero de abril y que provocó 300 muertos.
Metas
El G8 lo integran Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Japón, Canadá y Rusia. También asistirán los mandatarios de economías emergentes del llamado Grupo de los Cinco (G5), entre ellas México y Brasil.
El pontífice llamó a proteger el ambiente, que calificó como "un desafío para todos", al recibir en audiencia al enviado extraordinario y plenipotenciario de Haití ante la Santa Sede, Carl-Henry Guiteau.
Denunció "la explotación desconsiderada de los recursos de la creación y sus consecuencias que a menudo condicional gravemente la vida de los pobres".
Señaló que esto "no podrá ser afrontado eficazmente si no gracias a decisiones políticas y económicas conformes a la dignidad humana y a una eficaz cooperación internacional".
