Dos experiencias recientes se tienen en el país sobre la construcción de túneles viales: la variante Villeta-Puerto Salgar y el contrato para la construcción del Túnel de Oriente en la Gobernación del doctor Álvaro Uribe Vélez.
En la primera, los contratistas que recibieron la adjudicación de la concesión, ante la negativa de aceptarles un nuevo diseño con la reducción sustancial de túneles, prefirieron pagar la sanción pecuniaria antes de embarcarse en la construcción de una obra a todas luces inviable.
En la segunda, contratada sin estudios de factibilidad económica, la obra no era financiable y, de común acuerdo entre las partes, se canceló el contrato firmado para su construcción.
El nuevo contrato para la construcción del Túnel de Oriente, según informes, cuenta con un préstamo del Idea por 140.000 millones de pesos y un aporte de los contratistas de 520.000 millones de pesos, o sea que es de esperarse réditos para un capital invertido de 660.000 millones de pesos ya que los cobros por peaje sólo comenzarían a ingresar una vez terminado el túnel, cuyo tramo largo es de una longitud de 8,2 kilómetros.
En el estudio del Túnel de Occidente se fue levantando su nivel (a mayor profundidad mayor longitud) hasta reducir su longitud a un poco más de 4.o kilómetros con el fin de obtener un proyecto financiable. ¿Será financiable con peajes un túnel de 8,2 kilómetros de longitud y la competencia de otras dos vías de buenas especificaciones y con peajes de menor valor?
Si existe estudio de factibilidad económica, debe conocerse el flujo de fondos y por lo tanto se puede calcular el costo financiero de la obra en la etapa de construcción. ¿Cuál es ese valor? ¿Qué pasa si el TPD real resulta menor que el estimado en el estudio y los ingresos no alcanzan para pagar los réditos? Dos preguntas finales: ¿Es financiable el proyecto? ¿Es rentable el proyecto?
Con el debido respeto, antes de una quinta vía para el Oriente antioqueño, es de mayor importancia para la economía de Antioquia y del país una segunda vía para la costa Atlántica cuyo diseño por la Variante de Porce cuenta con los estudios y el diseño para iniciar su construcción, en mala hora frenada con la propuesta de otra alternativa: Santa Fe de Antioquia-Puerto Valdivia, cuyo presupuesto resultó prohibitivo. Y es bueno pensar pronto en esa segunda vía antes de que las fallas geológicas de la vía actual nos dejen aislados de la costa Atlántica.
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