De lo único que se acuerda Diego Benavidez de ese momento exacto, fue que le dijo a Natasha Agudelo: "Negrita, agárrese mejor dicho y abracémonos que me fui con toda".
Y con toda fue que, después de ese reñido empate con sus amigos venezolanos John Erban y Clarisa Sánchez, Diego y Natasha se quedaron con el título de la mejor pareja del Mundial de Tango de Buenos Aires, en la categoría salón. Son los primero colombianos en recibir este galardón.
Cuando terminaron de bailar sintieron que todo había quedado en tablas. "Cuando nos abrazamos dijimos 'ya, no bailemos, simplemente partamos el premio, ya somos las dos parejas campeonas y listo'".
Y ellos, que son amigos de verdad, que han dormido los unos en la casa de los otros, pensaron en serio que podrían dejar el asunto así y repartir el premio, que el triunfo sería colombo-venezolano, pero no.
Los jurados se sentaron para poder decidir el desempate y la producción les dijo que a la pista de baile y "bueno, nos tocó bailar".
Y lo hicieron con el corazón completo. "Los argentinos todo el tiempo nos dijeron lo mismo: no importa los pasos que se hagan, lo que realmente debe importar es que se sientan ustedes muy bien, y para que así sea deben abrazarse y bailar con el corazón. Hicimos caso y, como dicen por ahí, el que escucha consejos, pues llega a viejo".
Lo que falta por contar es la moñona que lograron. Antes de comenzar el que es considerado el mundial más importante de Tango, se ganaron el campeonato previo, el Milongueros del mundo, lo que quiere decir que llegaron como favoritos: la mejor pareja extranjera.
De pura cepa
Natasha es de Medellín y lleva 15 años bailando. Diego es de Cali y lleva 11. Bailando juntos ya completan 7, de casados dos y "por bailar tango ya somos 4".
Y aunque si ser pareja en la vida real, no saben si ayuda o no, pero sí que le suma "otro ingrediente", lo cierto es que los pasos entre Natasha y Diego coinciden, que ahora son los mejores, en esa categoría de tanto nivel, entre 325 parejas de 26 países y en lo que para los argentinos es el baile autóctono, el de salón.
"Es como si a nosotros -expresa un Diego emocionado - un extranjero nos ganara en salsa, en vallenato o en porro".
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4