"Señor que se haga tu voluntad", imploraba la propietaria de una de las casas de la urbanización Ceibas del Sur, en la calle 7Sur con carrera 52, de Guayabal, mientras que miraba cómo sobre el tejado de su vivienda se elevaban más de 10 metros las llamas de un incendio de una fábrica de plásticos y químicos vecina.
La angustia era también la de más de 200 propietarios e inquilinos de Ceibas del Sur y el barrio vecino La Aldea, quienes a las 11:30 de la noche fueron sorprendidos, casi todos en sus camas cuando dormían, por una serie de fuertes explosiones y luego las llamas de un gigantesco incendio que amenazaba con dejarlos en la calle.
Óscar Ceballos, residente hace 30 años en Ceibas del Sur, logró salir en piyama. Desde una calle aledaña miraba las llamas que tomaban más alturas, cada que se producía una explosión.
"Sentí la algarabía de la gente y luego estas detonaciones tan fuertes y salí con lo que tenía puesto de mi casa. Aquí estoy haciendo fuerza para que los bomberos puedan dominar el fuego", indicó sin quitarle la mirada a la candela y el humo negro que se elevaba al cielo en forma de un hongo negro.
Los jóvenes de ambos barrios no se quisieron quedar quietos y desafiando el peligro, hicieron una cadena, para ayudarles a los bomberos a instalar mangueras de los hidrantes de los alrededores.
Gloria Vélez y su esposo, inquilina hace dos años en Ceibas del Sur, indicó que logró ponerse la ropa y sacar los bolsos con los documentos y dinero. La casa en la que vivimos colinda con la fábrica. Si se cae un muro acaba con las cosas que tenemos adentro", indicó la mujer, mientras que con varios vecinos observaba el incendio a una distancia prudente, atemorizada por las detonaciones.
A la 1:15 de la mañana, los bomberos de Medellín lograron controlar el fuego y evitaron que se extendieran a las casas vecinas.
Inicialmente no se reportaron víctimas ni las causas que originaron la conflagración.