El dolor de ver su pueblo inundado, como nunca lo había visto en su vida, hizo que Teresa Sáenz, secretaria de la Alcaldía de Puerto Wilches, Santander, no pudiera contener el llanto. Entre las 2 y las 3 de la tarde del miércoles, el río Magdalena se metió en todo el casco urbano dejando anegados a sus casi 9.000 habitantes.
Pero ese solo fue el principio de una noche larga. Tres horas después se fue la luz y a la incertidumbre de sentir que el río se seguía metiendo en sus hogares se sumó el miedo a la oscuridad.
Con la luz del sol llegaron nuevos problemas y malas noticias: 60 familias del corregimiento Terraplén (a una hora en lancha del casco urbano) fueron evacuadas.
"Como a las 11 de la noche acostaron a los niños y en la madrugada sintieron que la tierra estaba rugiendo y empezaron a empacar para salirse. La suerte es que por ahí estaban las pirañas (lanchas de la Armada) y los trajeron hasta acá", contó Teresa.
El alcalde de la localidad, Zandalio Durán Rojas, se desplazó para evaluar los daños pues los afectados reportaron cinco casas, el centro de salud y cinco viviendas destruidas.
Según Colprensa, una situación similar se podría presentar en el sitio Vueltaperico. De acuerdo con la Defensa Civil, las aguas del río Magdalena estarían sobrepasando una muralla que comenzó a presentar fisuras.
La Dorada, peor que en mayo
Una situación similar se vive en La Dorada, Caldas, una de las poblaciones donde según el Ideam, las autoridades deben estar alerta por la creciente del Magdalena.
Patricia Gutiérrez, de la oficina de Comunicaciones de la Alcaldía, señaló que según el censo de damnificados hay 400 familias afectadas en la zona urbana y rural, donde todos los corregimientos están inundados.
La situación es más difícil que la que se vivió en mayo y la administración municipal tuvo que declarar la urgencia manifiesta para atender a los afectados. Esta figura permite hacer las contrataciones sin necesidad de que medie una licitación.
Ayer llegaron 280 mercados del ICBF para atender a los afectados. El resto de las ayudas corre por cuenta de la Alcaldía.
Promesas que se desinflaron
Pero tanto en Puerto Wilches como en La Dorada les queda un mal sabor de boca con las promesas que el presidente Álvaro Uribe les hizo durante la primera temporada invernal de este año.
Teresa cuenta que los campesinos no han podido acceder a los créditos blandos que les prometieron para recuperar la pérdida de sus cosechas.
Dice que su papá, un anciano de 73 años que vive en Chorros de Badillo (donde se juntan el Magdalena y el río Lebrija), ha gastado más de 1 millón de pesos en transporte para hacer los trámites, pero siempre resulta un requisito más.
"Hay mucha gente que ya se cansó de hacer vueltas y gastar plata para que les digan que no les pueden entregar la plata porque los bancos no pueden perder. Lo que uno no entiende es por qué les niegan el préstamo si tienen los títulos de las tierras como garantía", se lamenta Teresa.
En La Dorada, la dificultad está en que la promesa de un programa de reubicación para 800 familias se ha ido desinflando.
Luego de que la Alcaldía presentara el proyecto, el Gobierno anunció que solo podría otorgar subsidios para 600 familias. Esto obligó a replantear la propuesta.
Luego se supo que el lote que el Gobierno había destinado para la reubicación y que estaba en proceso de extinción de dominio, era inadecuado para adelantar las obras porque también se inundaba.
A partir de ese momento la propuesta quedó en un punto muerto, porque la Alcaldía dice que no tiene plata para comprar un lote.
La mitad del Valle afectada
Pero el río Cauca también causa emergencias. Según la Gobernación del Valle, cerca del 50 por ciento del departamento ha sufrido los rigores del invierno.
Argirio de Jesús Villegas, subsecretario de Atención y Prevención de Desastres, informó que el norte del Valle es la zona más afectada. A los deslizamientos e inundaciones se suma la pérdida de cultivos.
En Cartago hay más de 700 familias afectadas. También hay emergencias en Candelaria y Jamundí.
En Cali, la alerta naranja se mantiene a pesar de que ayer mejoró un poco el clima. El Comité Local de Emergencia insistió en pedirle a las comunidades que colaboren con la limpieza de los caños.The forecast isn't very promising for this second wave of winter weather. The Ideam predicts that, due to the increase in rain, the water levels will rise in both the Magdalena and the Cauca Rivers; it has also detected growth in the levels of the Atrato and the Patía. The number of affected people is already near 560 thousand in 225 municipalities.
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