Por los restos del menor de 13 años su familia tuvo que esperar 18 para darle cristiana sepultura. En un acto solemne entregaron la urna a sus parientes en Chinchiná el pasado lunes.
El caso aún sigue abierto. Los investigadores de la Fiscalía y del CTI no descartan que por la forma en que se ejecutó el crimen, esté comprometido Luis Alfredo Garavito, condenado por otros 172 hechos.
El esqueleto del menor, o partes del mismo, lo hallaron con los de otro, quien permanece sin identificar. En un principio no hubo denuncia por la desaparición. Para la época del los hechos en el sector, al parecer, sospecharon de que los dos se habían fugado de sus familias.
Por varios años los restos óseos estuvieron inhumados en el cementerio San Esteban de Manizales y clasificados entre las personas sin identificar.
Miembros del CTI y de la Fiscalía de Risaralda, mediante un proceso científico, identificaron a Jorge Andrés, de quien nada se sabía desde noviembre de 1995. La osamenta fue descubierta en febrero de 1996 en la vereda La Linda de Manizales.
Una fuente del CTI mencionó que pasados varios años desde la desaparición, un pariente del menor interpuso la denuncia respectiva.
De esta manera se iniciaron los cotejos con el banco de ADN que custodia el Instituto Nacional de Medicina Legal. Los restos fueron exhumados por servidores del CTI Seccional Risaralda y llevados al Laboratorio de Identificación Humana de la Fiscalía en Pereira.
Varias muestras de tejidos fueron enviadas al Laboratorio de Genética en Bogotá, donde finalmente se estableció la identidad de los restos del menor.
Hay pistas que les permiten a los investigadores pensar en la posible autoría del crimen a manos de Luis Alfredo Garavito, quien se atribuyó otros 172 casos.
De acuerdo con el acto de inspección de los restos, las muertes de los menores fueron provocadas con arma contundente. Las osamentas estaban en la superficie, por lo que en el momento del hallazgo faltaban varias partes, que se presume fueron presas de animales.
Varios casos confesados por Garavito tienen la misma descripción. En un lote de Pereira (Risaralda) que hoy se denomina parque de La Vida, fueron hallados restos de unos 25 menores, que estaban en la superficie. Al parecer, la vegetación hizo de barrera para parar el olor a cadáver.
Se recuerda que Garavito está privado de la libertad desde 1999, condenado a 24 años en la cárcel de máxima seguridad de Valledupar.
Sin embargo, los casos de Jorge Andrés y del otro menor, en la vereda La Linda, de Manizales, están por fuera de los hechos confesados por el criminal.
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