Llegan cartas a los diarios, escriben los expertos, hablamos y escribimos algunos periodistas pero al final, como la canción, "la vida sigue igual" ante los oídos sordos de quienes transitoriamente asumen el poder. Adhiero totalmente al comentario del jueves 5, Día del Medio Ambiente, hecho en este diario por Jorge Eduardo Cock respecto al uso del gas en el Metroplús: "Con todo el respeto y el aprecio que siento por el señor Alcalde y el gerente de las Empresas Públicas de Medellín, me atrevo a afirmar que decidirse por la utilización del gas es una lamentable y grande equivocación".
Invito a los funcionarios implicados a que lean el artículo de Cock y me ratifico en mis anteriores sobre el tema: aquí se está cometiendo un error histórico. Y me duele el estómago porque, mucha retórica y celebración con el Día del Ambiente, pero a la hora de las decisiones "ñao pescao". Medellín y el Area Metropolitana pueden convertirse, si los que deciden lo quieren, en un laboratorio y ejemplo de lo que deben ser las ciudades planeadas para el siglo XXl en el contexto de la crisis planetaria. ¿Por qué pueden toda clase de intereses contra la lógica? EPM debe estar liderando nuevas fuentes energéticas limpias en lugar de anclarse en aquellas de dudoso futuro. Como dice Jorge Eduardo Cock, "el gas es el menos confiable y también el más riesgoso".
Y sigamos con los errores históricos. En estos días Proantioquia y Profamilia se unieron para invitar a Alejandro Gaviria, decano de economía en la Universidad de los Andes y al empresario Germán Botero Arango, para hablar sobre la relación entre demografía y pobreza. Convocamos los organizadores a todos los medios de comunicación habidos y por haber y sólo dos o tres colegas de los medios se hicieron presentes para repetir lo que los expertos dijeron: sin una política estatal frente al tema demográfico, romper el círculo de la pobreza no es viable. Para los medios de comunicación prevenir los problemas no es noticia, la chiva está en las consecuencias, en las tragedias. Error histórico que repetimos los periodistas ¿hasta cuándo?
Alejandro Gaviria, con el rigor que lo caracteriza, mostró con cifras cómo en las familias más pobres el número de hijos es una trampa que no permite romper el círculo de la pobreza y ascender. Señaló con estadísticas que los papás más educados académicamente tienen, como herencia, hijos más educados. Y al revés, entre los más pobres son pírricas las posibilidades de ascender en la escala educativa cuando los padres no han recibido educación. Trampa siniestra.
En el gobierno nacional y departamental y en las cajas de compensación se sigue dando prioridad a los subsidios. Alejandro Gaviria denunció en una columna de El Espectador que los subsidios incrementan los nacimientos, pero estrategias como Familias Guardabosques siguen dando plata a cambio de muy poco o nada y entonces, como me decía un campesino de Urabá: "nos acostumbran a darnos plata y cada vez son menos los que quieren trabajar porque nos gusta la limosna del Estado paternalista". Los subsidios debían ser para familias responsables que no tengan más de dos hijos y para pagar educación superior a las adolescentes. ¿Son intocables las cajas de compensación? ¿Por qué se premia con préstamos de vivienda a las mujeres que tienen hijos y no premian a las que han sido responsables en evitarlos? ¿Por qué no limitan el subsidio a uno o dos hijos?
El trabajo que hicimos en la Red de Prevención de Embarazo Adolescente en la administración Fajardo, "ad honorem" y con todo el empeño, no puede terminar cuando termine la plata suministrada en el convenio con el BID. Los jóvenes demostraron que están ávidos de educación sexual y de recibir oportunamente métodos anticonceptivos. No nos dejemos engañar por los pacatos que cometen el error y crimen histórico de atacar todo lo que sea planificación de los hijos. El embarazo no deseado acentúa la pobreza y con ella todos los males sociales. Así que estoy de acuerdo con Alejandro Gaviria, qué bueno que Juanes y Shakira se unieran mejor a la causa de evitar nacimientos más que a la de alimentar los pobres ya nacidos que tienen pocas posibilidades de redención.
APARTE. Cornare sembró con los niños cerca de 10 mil árboles el 5 de junio. Acierto histórico.
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