Aunque esté por fuera de los reflectores mediáticos del día a día, Germán Vargas Lleras es hoy uno de los dirigentes políticos más influyentes que tiene Colombia, sus 36 congresistas le dan la posibilidad de hablar duro y hacerse sentir en la coalición de gobierno como una de las figuras con mayor importancia dentro del uribismo, haya o no reelección. Además de esto, la disciplina que ha caracterizado a Cambio Radical y las decisiones que se toman en conjunto hacen más fácil contar con un número determinado de votos para sacar adelante proyectos del Gobierno o hundirlos.
Sin embargo los colaboradores del presidente Uribe parecen no darse cuenta de la necesidad de acercar a Vargas Lleras al mandatario para beneficio de la coalición de Primero Colombia: Pachito Santos hace poco entró en terrenos que no pueden pisarse con los aliados y dejó expuesto al ex senador y a su partido como un grupo clientelista con un "voraz apetito burocrático". Para entender lo que pasó, hay que discernir entre dos hipótesis, la primera es que en el Gobierno hay temor frente a la independencia de Vargas Lleras y quisieron sacudirlo, midiendo a la vez a la opinión pública para ver qué tanto respaldo genera y al final llevarlo de nuevo al redil; y la segunda (en la que creo personalmente) es que lo dicho por el vicepresidente fue otra más de sus frases que primero pronuncia y después piensa. Con cualquiera de las dos, hizo daño.
Hace pocos días en la Cámara de Representantes hundieron la reelección para 2014 que era la salida que necesitaba Cambio Radical para mantener en el aire la idea de que Uribe vuelva luego de un descanso y evitar así que su jefe se tuviera que marginar de la elección presidencial en 2010 (si el Presidente se presenta en dos años, Vargas Lleras no lo hará). ¿Cómo irán a responder ahora los congresistas de ese partido cuando voten el referendo por la nueva reelección que promueve el Partido de la U? ¿Qué tan unidos van a estar?
Se está saliendo de cauce la cohesión en las votaciones de la bancada de gobierno y se están abriendo nuevas puertas que antes no se veían claras: si Vargas Lleras decide aliarse con el Partido Liberal otro será el caminado del uribismo. Los coqueteos de ambas partes están a la vista y los medios confirmaron que en días pasados hubo una reunión de más de cuatro horas con César Gaviria donde se tocó el tema específicamente. El mismo ex senador ha dicho que no descarta presentarse a la consulta del liberalismo y que si en la coalición de gobierno los consideran un estorbo, se irán para otra parte.
¿Amenaza? Creo que no, así responde quien ha sido toreado.
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