Miles de personas formaban este domingo largas colas para presentar sus respetos a la ex presidenta filipina Corazón Aquino, fallecida el sábado tras más de un año de lucha contra un cáncer de colon.
El féretro de la ex presidenta, ubicado en el centro del gimnasio del colegio católico De La Salle Greenhills, comenzó a ser visitado por el público desde la noche del sábado, a pesar de las intensas lluvias que caían en la capital filipina.
Según la televisión local, el gran número de personas que acudieron al centro obligó a los guardias de seguridad a establecer grupos, lo que ha contribuido también al alargamiento de las esperas.
El cuerpo permanecerá durante la jornada de este domingo en las instalaciones del colegio católico, y este lunes será trasladado en una comitiva que pasará por varios distritos de la capital hasta la Catedral de Manila, en Intramuros.
El féretro permanecerá en la catedral hasta el miércoles, cuando será llevado al cementerio Manila Memorial Park para ser enterrado en el mausoleo familiar, junto a su marido Benigno Aquino.
La presidenta Gloria Macapagal Arroyo, que decretó diez días de luto nacional por el fallecimiento de Cory Aquino, decidió acortar una visita oficial a Estados Unidos.
La ex presidenta, de 76 años, se convirtió en la primera mujer filipina en ocupar la jefatura del Estado, en 1986, tras la revuelta popular pacífica que derrocó a la llamada dictadura conyugal de Ferdinand e Imelda Marcos.
Miembro de la familia Cojuangco, una de las más ricas de la comunidad chino-filipina, Corazón se casó en 1954 con Benigno Aquino, líder de la oposición democrática contra la dictadura de Marcos, con el que tuvo cinco hijos.
Ella recogió el testigo del "cambio democrático" en 1983, cuando su marido fue asesinado en el aeropuerto de Manila mientras descendía del avión en el que regresaba del exilio.