Un buen susto se llevaron los visitantes del Parque Norte, el sábado, cuando una de las atracci ones mecánicas, el Expreso de Tokyo, chocó contra las barreras de protección.
No se presentaron heridos, pero el susto fue muy grande.
Aunque estas situaciones son impredecibles, lo que más sorprendió a quienes a las 7:30 de la noche estaban allí, fue la falta de reacción del personal encargado de la seguridad y de la atención de emergencias.
De acuerdo con Mónica Castaño, quien se encontraba en el lugar con sus tres hijas y su esposo Ricardo León Toro, pasaron entre 20 y 30 minutos mientras apareció alguien que pudiera ayudar a bajar la gente del juego que estaba detenido.
"No había una escalera, ni una camilla para bajar a los niños que se encontraban en la atracción", cuenta Mónica y aclara que, "mi hija pequeña lloraba pidiendo que la bajaran, hasta que mi esposo logró subir por sus propios medios con un empleado del parque". Comenta Mónica que lamentó que no hubiera aparecido personal para ofrecer los primeros auxilios, si fuera necesario.
"Afortunadamente el incidente no pasó a mayores, pero puede convertirse en una tragedia", dijo la lectora, que se comunicó con este diario y se mostró bastante inconforme con el trato recibido por el personal del parque.
Si las hijas de Mónica estaban asustadas, peor se encontraba Gladis Fernández y su hijo Julián que iba en el vagón que se chocó. Julián se aporreó un brazo y ayer todavía le dolían los deditos.
Cuando lograron bajarse Gladys y su hijo esperaron la llegada de la ambulancia, pero no los trasladaron a ningún lugar, porque no lo ameritaba, cuenta Mónica. A Gladys le dieron 20.000 pesos para que se trasladara a un centro asistencial.
Ayer en la mañana la señora estaba practicándose unas radiografías, en la Clínica Antioquia, porque amaneció con un dolor muy fuerte en el abdomen, contó una de sus familiares.
La versión del parque
Para los funcionarios del Parque Norte la situación no pasó de ser un incidente. "No se descarriló sino que el primer vagón sufrió una avería", explicó, el administrador del parque Darío Chávez y dijo que "la misma atracción tiene un mecanismo de seguridad y eso descarta que pueda ocurrir cualquier accidente grave", sostuvo.
De acuerdo con el funcionario se llamó al 123 y vino la ambulancia para atender a los afectados. "A la señora la revisaron y como dijo no tener EPS ni dinero se le dio para que fuera al médico", explicó Chávez y aclaró que "hemos estado pendiente de ella porque el Parque tiene una póliza de responsabilidad para asumir cualquier problema que se genere".
Respecto al personal de primeros auxilios dijo que hay una persona especializada y que la atención se hizo lenta porque los protocolos de seguridad así lo exigen. "Lo hicimos de manera pausada, no podemos correr y generar pánico entre los asistentes".
Otras personas aseguraron que no es la primera vez que esta atracción sufre algún desperfecto. En ocasiones se zafa la cadena y las personas tienen que abandonar los vagones.
Lo que para la administración del parque no representa ningún riesgo.
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