Pasé el sombrero y me regalaron nuevas historias para decorar el mes de los menudos:
Ilona, 4 años, a su padre: "Si tuviera que pedir tres deseos, te pediría tres veces".
Rocío del Pilar, 7 años, le explica a su abuelo: "¿Sabes, abuelo, para qué creó Dios las mosquitas? Para joder a la gente!".
La directora de la escuela convoca a los padres para reclamarles por el vocabulario de Matías, 3 años. En presencia del chiquitín, la directora le dice que no puede andar diciendo "hijuetantas". Matías la corrige: "Profesora, yo no he dicho hijuetantas: yo dije hijueputa".
Sofía ve una Coca-Cola en la cocina y dice:
- Mami, quiero eso
- No, Sofí, eso es feo
- Mami, ¡quiero feo!
Verso de Facundo Cabral: En la Sierra Tarahumara (noroeste de México) una niña cantaba: "¿Para qué voy a tener hambre sino hay nada que comer?".
La profesora cuenta que un día estaba muy triste porque una de sus alumnas la había tratado mal. Reunió a los bajitos y les preguntó cómo se quitan los dolores del alma. Levanta la mano una niña y le dice: Pues con Dólex, profe. Otra le aconsejó: No, profe, mejor llore. Una tercera opinó: Perdonándolo.
La mañana que se le cayó un diente a Susi, 6 años, llamó a su padre y le preguntó: "Papi: ¿Tú encierras a Fiona (la gata) por la noche para que no se coma al Ratón Pérez?".
A una alumna de 11 años le pidieron que conjugara un verbo en gerundio. La chica pasó al frente y arrancó, con inspirado acento: Yo gerundeo, tu gerundeas, él gerundea, nosotros gerundiamos…
Mami: ¿Óscar es nombre de gente o nombre de "estuata"? (Lucas, 5 años).
Le pregunté a mi hija cuando tenía cinco años: "Qué quieres ser cuando grande". Respuesta: "Chiquita".
En la película La dolce vita un niño le pregunta a un arpista: "¿Adónde va la música cuando terminas?".
Leído en la BBC, de Londres:
Alec Greven, de 9 años, de Colorado, Estados Unidos, es el autor de "Cómo hablar con las niñas". El libro, que empezó siendo un proyecto para la escuela primaria, se ha convertido en un best-seller del New York Times.
"Sencillamente observé en el recreo cómo los niños se equivocaban y qué errores cometían", explica Alec. "Muchos de ellos hicieron comentarios equivocados o no pudieron recuperarse cuando una niña rompía con ellos", agrega.
Cuando era niña creía que Dios era una puerta que siempre estaba cerrada. (En la película 8 1/2, de Fellini).
En una "cata" de quesos pornográficos, Juliana, 7 años, pregunta: "Mami, y estos quesos de qué país son?". "Mi amor, de Holanda". "Pobres holandeses, mami".
"Hay que morir alguna vez en la vida", (Malala, 16 años, la nueva Nobel de Paz, a quien los talibanes estuvieron a punto de asesinar).
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