El viento ha amainado en las últimas horas, lo que ha permitido a los equipos de extinción ganar terreno a las llamas en el condado de Los Ángeles, donde dos personas murieron por culpa del fuego, informó este martes el departamento contra incendios de California.
Las llamas arrasaron hasta la fecha más de 4.000 hectáreas de monte en el valle de San Fernando, al noreste de Los Ángeles, calcinaron 49 estructuras y obligaron a la evacuación de miles de personas, 4.000 de ellas aún no pueden regresar a sus casas.
Las autoridades aseguraron que por lo menos uno de los frentes del fuego, el denominado Marek, está apagado en un 70 por ciento, mientras que el más activo continúa siendo el llamado Sesnon, que avanza fuera de control.
"Esto aún no está terminado. Estamos en el descanso, no nos pongamos cómodos porque no estamos cómodos", afirmó Paul Hartwell, inspector del cuerpo de bomberos de Los Ángeles.
La situación podría empeorar en las próximas horas si volvieran a producirse las rachas de viento que azotaron la zona durante el fin de semana y la jornada del lunes, cuando se originaron los dos incendios por causas que aún se desconocen.
En el peor de los escenarios presentados por las autoridades, las llamas podrían avanzar el oeste y llegar hasta la costa, un área salpicada de viviendas y con alta densidad de tráfico.
Estado de emergencia
El lunes una persona perdió la vida en un accidente de moto mientras circulaba por una carretera con poca visibilidad debido al humo y otra, al parecer un vagabundo, falleció en un área que estaba bajo orden de evacuación.
La alerta roja por incendios en la región fue ampliada hasta el miércoles.
"Una vez más nos enfrentamos a una tormenta perfecta de fuertes vientos, baja humedad y altas temperaturas", manifestó este martes el gobernador de California, Arnold Schwarzenneger, en una rueda de prensa.
El mandatario declaró el lunes el estado de emergencia en los condados de Los Ángeles y Ventura por culpa del avance de las llamas, lo que da acceso a las autoridades a los fondos especiales para situaciones extremas.
Schwarzenneger insistió en que su gobierno, en coordinación con las autoridades locales, puso todos los medios disponibles para combatir los focos de fuego e indicó que no se escatiman los medios técnicos ni el dinero, al preguntársele por los fondos existentes ante la inmensa deuda pública que sufre su Estado.
"El dinero se conseguirá de alguna manera, eso es lo último que me preocupa. Lo principal es la seguridad pública. Ya no existen temporadas de incendios, este año empezó en febrero, estamos en octubre y seguimos con fuego. Habrá más hectáreas quemadas en el futuro y tenemos que estar preparados", dijo Schwarzenneger.