La primera dama estadounidense, Laura Bush, realizó este domingo una visita no anunciada a Afganistán, y apeló a la comunidad internacional para que no abandone el país ante el resurgimiento de la insurgencia talibana.
Laura Bush arribó en medio de fuertes medidas de seguridad a un país que su esposo, el presidente estadounidense George W. Bush, declaró como el principal frente de batalla contra los militantes islámicos.
La primera dama, en su tercera visita a Afganistán, dijo que era una oportunidad para destacar las señales de reconstrucción y las mejoras en las condiciones de vida de las mujeres desde que las fuerzas de Estados Unidos expulsaron al régimen talibán en el 2001.
Otro aspecto importante de la misión, según dijo, es impulsar el compromiso internacional para el país, mientras las fuerzas afganas, estadounidenses y de la OTAN luchan para contener a la guerrilla talibana.
"Nosotros no deberíamos ser intimidados por ellos", dijo la señora Bush a periodistas mientras su avión se dirigía a Kabul.
"La comunidad internacional no puede abandonar a Afganistán ahora en este momento crucial", agregó.
De acuerdo a Laura Bush, es importante que los afganos entiendan que "el resto del mundo está con ustedes y no vamos a dejarlos ahora cuando los talibanes y Al Qaeda intentan intimidarlos".
La primera dama estadounidense sostuvo que espera que su visita ayude a resaltar el caso de Afganistán en una conferencia de países donantes que se realizará en París la semana próxima.