Después de catorce días de iniciada la movilización indígena nacional en el Cauca, este domingo no hubo diálogo entre el presidente Álvaro Uribe y más de 35.000 aborígenes que están concentrados en la capital del Valle.
Un ambiente tenso se registró hacia Las 4:30 p.m., cuando de manera sorpresiva el presidente Uribe se presentó en el CAM, donde los manifestantes lo esperaban desde las 10:30 a.m.
El mandatario de Los colombianos fue recibido con rechiflas e improperios por al menos de nueve mil indígenas que quedaban en el lugar, ya que la mayoría se había regresado a la Universidad del Valle, donde pasarán la noche.
Uribe tomó la decisión de ir hasta el CAM para dialogar con los indígenas, hacia las 4:12 p.m., mientras observaba desde los estudios de Telepacífico la transmisión en directo de la minga.
A esa hora, el gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, trataba de convencer a los indígenas de que 300 de ellos dialogaran con el Presidente en el Concejo y no en la tarima ubicada en la plazoleta como lo querían los aborígenes.
Pero los asistentes chiflaron a Abadía, quien pidió respeto hacia Uribe y el Valle. Acto seguido, un líder tomó el micrófono y expresó que no querían “más emisarios”.
También les dijo a los presentes que la instrucción de Aida Quilque, vocera del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, era que se devolvieran a Univalle. Además de que habían acordado que la propuesta era hacer el debate en el Estadio Pascual Guerrero.
Con megáfono en mano
En ese instante, Uribe pidió a los mandos policiales que lo llevaran hasta el CAM. Mientras avanzaba hacia el centro, los indígenas abandonaban la plazoleta.
Primero llegó el ministro de Justicia y del Interior, Fabio Valencia Cossio, quien al ver que ningún líder ingresó al Concejo, trató de subir a la tarima de la minga, pero fue abucheado por los presentes.
Entonces Uribe, rompiendo su propio esquema de seguridad, comenzó a caminar hacia la plazoleta. En dos oportunidades trató de pasar las vallas que dispuso la Policía alrededor de las Torres de la Alcaldía y del Concejo, pero los indígenas no lo dejaron.
Además, los aborígenes destruyeron la tarima y se negaron a escucharlo. En el sitio no estaban la consejera Aida Quilque, in Los líderes Daniel Peñacué y Feliciano Valencia.
Faltando un cuarto para las 5:00 p.m. logró subirse al puente peatonal (de la Avenida Segunda Norte), desde donde con un megáfono en mano convocaba al diálogo a los indígenas.
“Los he estado esperando todo el día”, expresaba Uribe, quien aclaró que, por razones de agenda, no se puede reunir con ellos este lunes en el Pascual Guerrero.
“Me invitan al diálogo, pero me hacen insultos”, les decía a los pocos manifestantes que le gritaban groserías.
Otros indígenas que se movilizaban en chivas y volquetas pitaban para que no se escucharan las palabras del Presidente.
“Ahórrense esa rabia conviértanla en argumentos. Esa berraquera conviértanla en argumentos”, le afirmaba a los protestantes que estaban intransigentes.
De igual manera, aclaraba que entregarle tierras sin proyectos productivos era “engañarlos”. A las 6:15 p.m. Uribe y varios ministros abandonaron el lugar.